Secretos de las personas más longevas del mundo
En 2004, Dan Buettner se unió a National Geographic y a los mejores investigadores de la longevidad del mundo para identificar focos en todo el mundo en los que la gente vive mensurablemente más y mejor. En estas «Zonas Azules», descubrieron que la gente llega a los 100 años a un ritmo 10 veces mayor que en Estados Unidos.
Después de identificar 5 de las Zonas Azules del mundo, Buettner y National Geographic llevaron equipos de científicos a cada lugar para identificar las características del estilo de vida que podrían explicar la longevidad. Descubrieron que los estilos de vida de todos los residentes de las Zonas Azules compartían nueve características específicas, llamadas los Principios del Poder 9®.
Las historias de estas áreas originales de las Zonas Azules son la base del Proyecto Zonas Azules.
Recursos
La revista del New York Times: La isla donde la gente se olvida de morir
National Geographic: Estos son los secretos para una vida larga y saludable
Newsweek: Crimes of the Heart
Loma Linda, California
Loma Linda ha sido durante mucho tiempo un centro de actividad para la Iglesia Adventista del Séptimo Día, cuya fe respalda la vida saludable y lidera la nación en la esperanza de vida más larga. Su fe, y el voluntariado que inspira, proporciona a las personas un sentido de la vida y mantiene fuertes los lazos comunitarios. Además, su Sabbath crea un «santuario en el tiempo» de las tensiones de la jornada laboral.
Muchos adventistas disfrutan de una dieta vegetariana rica en frutos secos y frutas y verduras frescas de California. Como resultado, experimentan un IMC (Índice de Masa Corporal) más saludable y un menor riesgo de padecer varios tipos de cáncer. Un compromiso de por vida con el ejercicio regular y moderado también contribuye a la vitalidad de los ciudadanos de la tercera edad, que son miembros del gimnasio y caminan con fuerza a partir de los 70 años.
Nicoya, Costa Rica
Los costarricenses gastan sólo el 15% de lo que gastan los estadounidenses en atención sanitaria, y sin embargo sus habitantes parecen vivir más tiempo y con mejor salud que los de cualquier otro país del planeta. Su dieta consiste en alimentos de alto valor nutritivo, como el maíz y las judías fortificadas, y frutas y verduras frescas de sus propios árboles frutales y jardines. Su agua tiene niveles muy altos de calcio, lo que contribuye a la fortaleza de los huesos y a las bajas tasas de enfermedades cardíacas, mientras que el sol de todo el año proporciona vitamina D que contrarresta la depresión y la osteoporosis.
Durante estas vidas largas y saludables, muchos centenarios viven con familiares y están rodeados de vecinos de toda la vida. Tienen una fe fuerte y se mantienen centrados en el propósito de su vida, una fuerte ética de trabajo y la importancia de disfrutar de la vida. Los costarricenses no dejan que el estrés disminuya su vigor natural.
Cerdeña, Italia
Cerdeña tiene fama de tener un elevado número de centenarios, especialmente sus hombres. Durante casi 150 años, los miembros de esta aislada y montañosa región mediterránea han vivido como agricultores y pastores, obteniendo beneficios cardiovasculares y musculoesqueléticos al caminar ocho kilómetros cada día.
La dieta de los sardos se centra en el pan integral, la leche de cabra, las judías, las verduras de la huerta, las frutas y el queso de oveja pecorino. La carne se reserva principalmente para los domingos y las comidas especiales. El consumo moderado de vino tinto sardo, con un alto contenido en flavonoides que reducen las arterias, ayuda a reducir las enfermedades cardíacas y los niveles de estrés. El sentido del humor sardónico también es clave, ya que permite a los sardos deshacerse del estrés de forma natural y disipar las discusiones antes de que empiecen.
Ikaria, Grecia
El clima, las fuentes termales terapéuticas y el paisaje de Ikaria, Grecia, hacen que los residentes de esta aislada isla del Egeo tengan cuatro veces más probabilidades de llegar a los 90 años que los estadounidenses. Gracias a su trabajo de agricultura, pesca y pastoreo, los ikarianos se sienten realizados al vivir de su preciada tierra y hacen ejercicio que mejora la salud y evita la demencia.
Otro hábito importante es su dieta, que incluye alimentos básicos como alubias, frutos secos, verduras locales, hierbas del campo y leche de cabra – y una miel local especial que contiene poderosas propiedades para combatir el cáncer de próstata y de mama. Sin embargo, parece que su verdadero secreto es la siesta. Los ikarianos abren las tiendas hasta tarde, duermen la siesta a primera hora de la tarde y luego se reúnen hasta la noche con sus familiares, amigos y fiestas locales.
Okinawa, Japón
Los ikarianos tienen una quinta parte de la tasa de enfermedades cardiovasculares, una cuarta parte de la tasa de cáncer de mama y de próstata, y un tercio de la tasa de demencia que los estadounidenses. Gran parte de esto se atribuye a sus sólidas redes sociales, a su actividad de senderismo y jardinería y a su exposición regular a la vitamina D. Su acceso durante todo el año a hierbas medicinales frescas, verduras de cosecha propia y proteínas a base de soja también contribuye a su salud.
Durante la Segunda Guerra Mundial, esta pequeña isla también sobrevivió a la Batalla de Okinawa, que fue el mayor ataque ofensivo del Pacífico. Tal vez esto inspira la capacidad de sus mayores para abrazar el ikigai, o una «vida con propósito», en la que se sienten necesarios y honrados. Los okinawenses se aseguran de disfrutar de los placeres sencillos de la vida, incluido el respeto que reciben dentro de sus familias y comunidades hoy en día.
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