El Panteón de Agripa, también conocido como Panteón Romano, es una de las obras maestras de la arquitectura de la capital italiana. Es el edificio mejor conservado de la antigua Roma.
La construcción del actual Panteón se llevó a cabo durante el reinado de Adriano, en el año 126 d.C. El nombre de Agripa proviene del lugar en el que se levanta el actual edificio, que anteriormente ocupaba el Panteón de Agripa, construido en el año 27 a.C. y que fue destruido en un incendio en el año 80 d.C.
A principios del siglo VII el edificio fue donado al Papa Bonifacio IV, que lo transformó en iglesia, función en la que actualmente se encuentra en perfecto estado de conservación.
Arquitectura
El aspecto más sorprendente de la arquitectura del Panteón son sus medidas: el edificio circular tiene exactamente el mismo diámetro que su altura: 43,5 metros. La cúpula, que tiene el mismo diámetro, es mayor que la de la Basílica de San Pedro. En su parte superior, una abertura de 9 metros de diámetro permite que la luz natural ilumine todo el edificio.
La fachada rectangular que oculta la enorme cúpula está formada por 16 columnas de granito de 14 metros de altura cada una, en las que se puede ver la siguiente inscripción: «M.AGRIPPA.L.F.COS.TERTIVM.FECIT», que significa «Marco Agripa, hijo de Lucio, construyó este templo cuando era cónsul.»
El interior
En el interior del Panteón se encuentran las tumbas de numerosos reyes italianos y multitud de obras de arte. El personaje más conocido que se puede encontrar enterrado en el Panteón es, sin duda, el pintor y arquitecto renacentista Rafael.
Una zona agradable
Los alrededores del Panteón suelen estar llenos de gente a todas horas, ya sea fotografiando el imponente edificio o cenando de forma tradicional en algunas de las terrazas de la Piazza della Rotonda mientras disfrutan de los espectáculos que ofrecen diferentes artistas callejeros.