La plagiocefalia posicional es una condición en la que áreas específicas de la cabeza de un bebé desarrollan una forma y apariencia anormalmente aplanada. La plagiocefalia occipital provoca el aplanamiento de un lado de la parte posterior de la cabeza y suele ser el resultado de que el bebé esté constantemente tumbado de espaldas. La zona plana puede desarrollarse muy rápidamente a lo largo de varios meses. Físicamente, el bebé puede tener una oreja desplazada hacia delante. En los casos más graves, el bebé puede tener una protuberancia en la frente o en las mejillas en el lado plano de su cabeza. Hay otros tipos de plagiocefalia, algunos de los cuales están causados por una enfermedad grave llamada craneosinostosis. En la craneosinostosis, la deformidad está causada por el cierre prematuro de las uniones fibrosas entre los huesos del cráneo infantil (llamadas suturas craneales). Para confirmar o descartar este diagnóstico es necesario un examen exhaustivo.
Causas de la plagiocefalia
Un pequeño número de bebés tiene plagiocefalia posicional al nacer. Es más frecuente en los partos múltiples o prematuros, pero también puede estar causada por la posición en el útero. No hay medidas preventivas que puedan tomar las futuras madres o sus médicos para evitarlo. Los cráneos de los recién nacidos son muy blandos y maleables para facilitar su paso por el canal de parto, por lo que no es raro que los recién nacidos tengan cabezas con formas inusuales, debido a la presión del nacimiento. Esta afección suele resolverse por sí sola a las seis semanas de edad; sin embargo, algunos bebés muestran una preferencia por dormir o sentarse con la cabeza girada constantemente en la misma posición, lo que puede dar lugar a una plagiocefalia posicional. Los bebés con tortícolis, acortamiento de los músculos del cuello en un lado del cuello, tienen dificultades para girar la cabeza a otra posición. Esto puede resolverse con ejercicios de estiramiento y sólo requiere cirugía en casos extremos.
En 1992, la Academia Americana de Pediatría hizo la recomendación de que los bebés debían dormir boca arriba para reducir el riesgo de SMSL (Síndrome de Muerte Súbita del Lactante), lo que puso en marcha la «Campaña Back to Sleep». Debido a la concienciación sobre el SMSL a través de la Campaña «Back to Sleep», el número de casos de SMSL ha disminuido, pero se ha producido un aumento espectacular del número de bebés con plagiocefalia posicional.
El riesgo de plagiocefalia posicional puede reducirse con unas sencillas medidas:
- Proporcionar al bebé mucho tiempo de juego supervisado sobre su barriga. Esto ayuda a construir y fortalecer los músculos del cuello, los hombros y los brazos.
- Cambie regularmente la dirección en la que el bebé está tumbado en la cuna para asegurarse de que no descansa siempre sobre la misma parte de la cabeza. Por ejemplo, haga que los pies del bebé apunten hacia un extremo de la cuna durante unos días y luego cambie la posición para que sus pies apunten hacia el otro extremo de la cuna.
- Evite pasar demasiado tiempo en sillas de coche, portabebés y hamacas mientras el bebé está despierto.
- Lleve a cabo con frecuencia un «tiempo de abrazos» durante el día sosteniendo al bebé en posición vertical sobre un hombro.
- Cuando sostenga, alimente o lleve a un bebé, asegúrese de que no se ejerce una presión indebida sobre el lado plano de la cabeza. Cambie la posición de la cabeza del bebé de lado a lado durante el tiempo de alimentación.
- Cambie la ubicación de la cuna del bebé en la habitación para que tenga que mirar en diferentes direcciones para ver la puerta o la ventana.
- Si hay un elemento de tortícolis (rigidez del cuello) esto también requerirá tratamiento para que la terapia de reposicionamiento sea efectiva.
- No compre cascos sin consultar primero a un médico especialista.
- Cuando el tratamiento se inicia a la edad óptima de 3 a 6 meses, normalmente puede completarse en 12 semanas.
- La corrección sigue siendo posible en bebés de hasta 18 meses, pero llevará más tiempo.
- El bebé llevará el casco/banda 23,5 horas al día con la excepción de media hora reservada para el baño y la limpieza.
- Tenga en cuenta el coste y la cantidad que cubre el seguro antes de proceder.
- Hay que vigilar la piel del bebé para asegurarse de que no se desarrollan zonas rojas profundas. Si hay una zona que tiene un contacto demasiado firme con la banda, la piel puede romperse, causando cicatrices u otros problemas.
Pruebas y diagnóstico
El diagnóstico lo suele hacer un pediatra. En las visitas del bebé sano, se examina la cabeza del bebé para determinar si la forma es simétricamente ovalada o no. Si le preocupa la forma de la cabeza de su bebé, debe comentarlo con su pediatra. Si la forma de la cabeza del bebé no es ovalada y simétrica, intente que el bebé duerma en diferentes posiciones (véase el siguiente apartado). Si la forma es inusual para este diagnóstico, puede solicitarse una radiografía del cráneo o una tomografía computarizada. También se puede examinar la amplitud de movimiento del cuello del bebé para ver si hay alguna restricción que esté contribuyendo a que el bebé se acueste en una posición más que en otra.
Si se considera este diagnóstico, puede requerir la derivación a un especialista para analizar más a fondo la forma de la cabeza del bebé y distinguirla de la fusión prematura de las placas de crecimiento craneal (suturas). Este especialista puede ser un cirujano plástico, un neurocirujano o una clínica craneofacial especializada en la forma de la cabeza del bebé. Las clínicas craneofaciales suelen estar supervisadas por cirujanos plásticos y neurocirujanos. Si el bebé tiene el cuello tenso (tortícolis), puede ser remitido a un fisioterapeuta que le ayudará con ejercicios de estiramiento. Un cuello tenso suele resolverse con estos ejercicios, pero puede reaparecer con periodos de crecimiento rápido.
Opciones de tratamiento
En la mayoría de los casos, tener una zona aplanada no afectará al crecimiento del cerebro del niño ni a su desarrollo mental. Una vez que el niño es capaz de sentarse y ponerse de pie, se eliminan las fuerzas externas y la deformidad comienza a mejorar. Aunque puede que no se resuelva por completo, el aplanamiento restante suele ser menor y se cubre de pelo a medida que el niño crece. Las diferencias frontales suelen ser mínimas y tienden a resolverse por completo con el tiempo. Sin embargo, cuando el aplanamiento no resuelto provoca anomalías faciales, pueden producirse problemas de masticación, alimentación y visión. Además, los niños pueden tener dificultades de socialización por estar acomplejados por su aspecto. En algunos casos graves, puede ser necesaria la cirugía.
Si la terapia posicional no funciona, se puede recomendar la terapia con cascos o bandas. El casco de moldeado original, introducido en 1979, utilizaba el concepto básico de rodear la cabeza asimétrica del bebé con un molde simétrico (normal). Esto ayudaba a que el cráneo recuperara una forma normal. Una técnica alternativa, la Cranioplastia Ortésica DinámicaSM (DOC Band®), se desarrolló como un enfoque más proactivo en el tratamiento de la plagiocefalia posicional. En esta técnica, el dispositivo está diseñado específicamente para aplicar una suave presión en la zona de la cabeza en la que no se desea el crecimiento, al tiempo que se deja espacio donde se necesita el crecimiento. La banda se ajusta semanal o quincenalmente.
Hoy en día, existe una variedad mucho más amplia de bandas y cascos, muchos de los cuales tienen en cuenta los conceptos de los cascos moldeadores originales y de la DOC Band®. Cada caso es diferente, pero todos los productos se adaptan a la cabeza del niño. Para una eficacia óptima, se recomienda que la terapia con cascos o bandas comience a los cinco meses de edad. La duración de la terapia depende de cada caso, pero suele durar entre dos y seis meses.
También es importante la fisioterapia para el estiramiento del cuello, si hay tortícolis (tensión en el cuello). La terapia de reposicionamiento no será efectiva si la tortícolis sigue siendo un problema.
Terapia de banda de casco de moldeo posicional
El pediatra hará el diagnóstico inicial y normalmente recomendará un curso de terapia posicional. Si esto no resuelve el problema, los padres o tutores serán remitidos a un especialista, como un neurocirujano pediátrico. El especialista revisará la derivación del pediatra, realizará una evaluación exhaustiva, hablará con los padres sobre el historial del bebé y discutirá el programa de tratamiento. Si se recomienda un casco de remodelación craneal, la familia será remitida a un ortopedista para que le ajuste el casco. El ortesista puede optar por tomar fotografías clínicas y una serie de medidas con calibradores o un escáner para evaluar la forma del cráneo del bebé. Estas fotografías y mediciones sirven como punto de referencia a lo largo del tratamiento. El ortesista creará un duplicado de la cabeza del bebé utilizando una impresión de yeso o un escáner 3D. La banda se fabricará con precisión y se adaptará a la cabeza del bebé para lograr una mejor simetría y proporción.
Los ajustes del casco deben realizarse cada 1 ó 2 semanas porque la cabeza del bebé crece muy rápidamente. Esto implica ajustar el forro de espuma y/o partes del casco de plástico exterior. Es posible que sea necesario un segundo casco si el bebé crece más allá del primer casco antes de completar el tratamiento.
Información del autor
Angela V. Price, MD, FAANS
Profesora Adjunta, UTSW
Departamento de Neurocirugía Pediátrica
Dallas
La AANS no respalda ningún tratamiento, procedimiento, producto o médico al que se haga referencia en estas hojas informativas para pacientes. Esta información se proporciona como un servicio educativo y no pretende servir como consejo médico. Cualquier persona que busque asesoramiento o asistencia neuroquirúrgica específica debe consultar a su neurocirujano, o localizar uno en su zona a través de la herramienta online Find a Board-certified Neurosurgeon de la AANS.