La pleurodesis se realiza para prevenir la reaparición de un neumotórax espontáneo o un derrame pleural, y puede realizarse de forma química o mecánica. Generalmente se evita en pacientes con fibrosis quística si es posible, porque el trasplante de pulmón se hace más difícil después de este procedimiento. Un neumotórax previo con o sin pleurodesis no es una contraindicación para un trasplante de pulmón posterior.
Edición química
Pueden introducirse en el espacio pleural, a través de un drenaje torácico, productos químicos como la bleomicina, la tetraciclina (por ejemplo, la minociclina), la povidona yodada o una papilla de talco. Las sustancias químicas instiladas provocan una irritación entre las capas parietal y visceral de la pleura, lo que cierra el espacio entre ellas y evita que se acumule más líquido. Los productos químicos preparados en la farmacia para la pleurodesis deben estar claramente etiquetados como «NO PARA ADMINISTRACIÓN IV» para evitar errores de medicación potencialmente fatales.
El polvo de talco estéril, administrado por vía intrapleural a través de un tubo torácico, está indicado como agente esclerosante para disminuir la recurrencia de derrames pleurales malignos en pacientes sintomáticos. Suele realizarse en el momento de una toracoscopia diagnóstica.
La povidona yodada es igual de eficaz y segura que el talco, y puede ser preferida por su fácil disponibilidad y bajo coste.
La pleurodesis química es un procedimiento doloroso, por lo que los pacientes suelen ser premeditados con un sedante y analgésicos. Se puede instilar un anestésico local en el espacio pleural, o se puede colocar un catéter epidural para la anestesia.
Pleurodesis quirúrgica
La pleurodesis quirúrgica, también conocida como pleurodesis abrasiva, puede realizarse mediante toracotomía o toracoscopia. Consiste en irritar mecánicamente la pleura parietal, a menudo con un rascador (una pequeña almohadilla de espuma con revestimiento abrasivo) que normalmente se utiliza para limpiar las puntas de las cuchillas de electrocauterio. Además, la extirpación quirúrgica de la pleura parietal es una forma eficaz de lograr una pleurodesis estable.
Alternativamente, los catéteres pleurales tunelizados (TPC) pueden colocarse en un entorno ambulatorio y a menudo dan lugar a una autopleurodesis, mediante la cual se utilizan botellas de vacío portátiles para evacuar el líquido pleural. La evacuación rutinaria mantiene la pleura unida, lo que da lugar a una agitación física por parte del catéter, que hace que la pleura se junte lentamente. Este método, aunque es la solución mínimamente invasiva y de mínimo coste, tarda una media de unos 30 días en lograr la pleurodesis y es, por tanto, el medio más lento para lograr la pleurodesis entre otras modalidades.