Discusión
La complicada anatomía quirúrgica de los ganglios linfáticos del brazo medio fue descrita por primera vez por Fujiwara et al.2 Los ganglios linfáticos epitrocleares se encuentran de 2 a 3 cm por encima del epicóndilo medial del húmero, en la fascia del bíceps. Con frecuencia son 1 ó 2, pero a veces pueden ser 3 y muy raramente 4.3,4
Generalmente, los sistemas linfáticos superficiales del dedo medio, el dedo anular y el dedo meñique y las caras mediales de la parte anterior y posterior del brazo-antebrazo se drenan en los ganglios linfáticos epitrocleares.3-5 Se unen con los linfáticos profundos y otros linfáticos superficiales, y drenan en los ganglios linfáticos axilares laterales.
La exploración física, así como la anamnesis del paciente, los análisis de sangre rutinarios y el examen ecográfico son importantes en la investigación de masas dentro de la región del codo.4
En el estudio de Selby et al, no se detectó ninguna linfadenopatía epitroclear palpable en la exploración física de 140 pacientes sanos. Pero los ganglios epitrocleares palpables estaban presentes en el 27% de los 184 pacientes con enfermedades en las que se producen linfadenopatías.6
Este resultado pone de manifiesto la importancia de la exploración rutinaria de la región epitroclear en los pacientes con linfadenopatías positivas para cualquier sitio del cuerpo.
Después de la exploración física de los ganglios linfáticos superficiales del brazo, el examen por ultrasonografía es más eficaz y una técnica de imagen radiológica más barata que otras modalidades. Este método de imagen incluye las características morfológicas estructurales, el número, los diámetros longitudinales-transversales, la forma y los bordes del ganglio linfático. La vascularidad se evalúa mediante el examen Doppler US.4
Las masas de la región del codo pueden ser de origen nodal o extranodal. Las masas nodales son linfadenitis agudas (infecciones cutáneas, enfermedad por arañazo de gato), linfadenitis tuberculosa, lenfadenitis relacionada con la sarcoidosis, linfadenitis por cuerpos extraños o por abuso de drogas intravenosas, linfomas y linfadenopatías metastásicas. Las masas extranodales son tumores (tumores del nervio mediano, fibromas, hemangiomas, lipomas, tumores de células de Merkel), quistes sebáceos, abscesos (artritis séptica de la articulación del codo), enfermedad de Kimura y metástasis hematógenas cutáneas o subcutáneas.2,4
En la literatura, se dispone de muy poca información sobre pacientes con enfermedad de Hodgkin con afectación de los ganglios linfáticos epitrocleares.7 Esta presentación muy rara de la enfermedad de Hodgkin fue descrita por primera vez en 1932 por Rouviere.8 En los años posteriores, los autores han informado de la positividad de los ganglios linfáticos epitrocleares en la enfermedad de Hodgkin con los hallazgos del examen físico en raros casos aislados o en varias series grandes.
Weiss y Jenkins han determinado la afectación de los ganglios linfáticos epitrocleares o poplíteos sólo en 4 de 149 pacientes con enfermedad de Hodgkin (2,6%); sin embargo, la afectación de los ganglios linfáticos de otras localizaciones fue concomitante en todos los casos.8
Kaplan ha informado de una tasa del 50% de afectación de los ganglios linfáticos axilares en su serie que incluye 340 pacientes; sin embargo, sólo hubo afectación de los ganglios linfáticos epitrocleares en 3 casos (0,88%).9 En la serie de Kaplan, la afectación de otros ganglios linfáticos fue positiva y la enfermedad no estaba en estadio I en ninguno de los 3 casos.
Weiss y Jenkins han informado de un caso con sólo afectación de los ganglios linfáticos epitrocleares del linfoma de Hodgkin en estadio clínico CS IA. Sin embargo, la laparotomía de estadificación reveló un pequeño y único nódulo de enfermedad de Hodgkin en el bazo.8 En el estudio a largo plazo (30 años) de Chang et al, se evaluaron 1180 pacientes de Hodgkin en estadio clínico CS IA-IIB. Detectaron sólo 11 (1%) pacientes con linfadenopatía epitroclear positiva.7
En conclusión, los ganglios linfáticos epitrocleares palpables no se ven con frecuencia en la práctica clínica. A la luz de la información mencionada, el examen de los ganglios linfáticos del codo como parte de la exploración física rutinaria puede desempeñar un papel clave en los diagnósticos de enfermedades malignas y benignas.
El diagnóstico patológico precoz de la enfermedad de Hodgkin a través de la exploración física y la imagen radiológica de un ganglio linfático superficial cuando no hay ningún otro hallazgo clínico o de laboratorio puede ser la vía para la curación de esta enfermedad maligna.