Independientemente de la razón por la que un matrimonio termina, el proceso de divorcio es a menudo complicado, emocional, y a veces muy desordenado. Hay bienes y deudas que dividir, rabia y dolor que sobrellevar, y mucho papeleo que revisar. Sin embargo, los divorcios se vuelven aún más complicados cuando la pareja comparte hijos.
Más a menudo que no, ambos padres desean mantener los derechos de crianza incluso después de que el divorcio haya finalizado. Aquí es donde entra en juego un plan de crianza. Esencialmente, un plan de crianza compartida es un documento formal que describe cómo los padres criarán a sus hijos después de que la pareja se divorcie. Este plan, no sólo esboza cómo se tomarán las principales decisiones con respecto a los niños y cómo se dividirán los gastos relacionados con los niños, sino que, lo más importante, esboza la cantidad de tiempo que los niños pasarán con cada uno de los padres con gran detalle.
Si está elaborando un plan de copaternidad con su ex marido, obviamente hay muchos factores que debe tener en cuenta a la hora de decidir qué tipo de calendario de custodia satisfará mejor las necesidades físicas, emocionales y sociales de su hijo. Dicho esto, la mayoría de los expertos recomiendan un esquema 50/50 cuando sea posible, ya que proporciona a su hijo una cantidad sustancial de tiempo con ambos padres. Un plan de copaternidad 50/50 también ayuda a los niños a sentir que ambos padres se preocupan por ellos y los quieren de verdad.
Cuando la mayoría de la gente piensa en un verdadero plan de copaternidad 50/50, se imaginan el horario «típico» en el que los niños pasan una semana con mamá y otra con papá. Aunque este plan, a menudo conocido como horario de semanas alternas, es uno de los horarios más sencillos de crear, puede plantear algunos problemas graves para los niños.
En primer lugar, un horario de semanas alternas obliga a su hijo a pasar una semana entera sin ver a uno de sus padres. Esto puede hacer que los niños echen de menos al otro progenitor y se sientan alejados de él. Dependiendo de la edad de su hijo, estos sentimientos pueden conducir a la ansiedad por separación o incluso a un trastorno de ansiedad grave.
Además, este plan de copaternidad puede ser difícil de manejar si usted y su ex marido no están en buenos términos. Un horario de semanas alternas suele permitir que el progenitor, que no tiene a los niños esa semana, tenga tiempo para las visitas a la cena y/o las llamadas telefónicas. Sin embargo, estos momentos pueden volverse tensos e incluso provocar disputas, si usted y su ex no pueden llevarse bien.
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Por último, este plan suele causar problemas debido a los horarios de trabajo. El horario de su ex (o incluso el suyo) puede hacer que llevar a los niños a la escuela por la mañana o desde la escuela por la tarde sea difícil o costoso, si utiliza el cuidado antes o después de la escuela, que puede ser difícil de organizar sólo cada dos semanas.
Aunque un horario de semanas alternas puede funcionar si su hijo es mayor, esto en última instancia no es el mejor plan para los niños menores de 12 años de edad.
Sin embargo, hay algunos otros arreglos de custodia 50/50 para las familias con niños en edad preescolar y primaria, como:
- El horario 2-2-3, que hace que su hijo pase 2 días con uno de los padres, 2 días con el otro padre, y luego 3 días con el primer padre. A la semana siguiente, se cambia el horario.
- El horario 3-4-4-3, que hace que tu hijo pase 3 días con uno de los padres, 4 días con el otro, y luego cambia.
Además, algunos padres con niños pequeños encuentran que un verdadero horario 50/50 no es tan factible y optan por una variación de un horario 60/40 como:
- El horario de cada fin de semana extendido, que hace que su hijo pase los días de la semana con uno de los padres y un fin de semana largo con el otro.
- El horario 5-2, que hace que su hijo viva con uno de los padres durante 5 días y con el otro durante 2 días.
- El horario extendido cada dos fines de semana, que funciona como el horario extendido cada fin de semana, sólo que con menos frecuencia.
El divorcio nunca es fácil para nadie, especialmente cuando hay niños de por medio. Sin embargo, al final del día, sólo queremos tomar las mejores decisiones para nuestros hijos. Antes de finalizar un plan de crianza durante el proceso de divorcio, lea acerca de cómo cada opción afectará a su hijo y considere cómo será la vida de su hijo, basada en cada plan de crianza potencial. Con un poco de investigación y un poco de fuerza, puede encontrar el poder para desarrollar un plan que se adapte a las necesidades de su familia recién dividida.
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