Escrito por: YUNG Chung-hoi
El sol está tan lejos que prácticamente brilla por igual en el ecuador y en los polos. Pero, ¿por qué el ecuador es muy caliente y los polos muy fríos?
Hay varios factores que influyen en la cantidad de sol que se recibe en los distintos lugares de la Tierra.
El principal factor es que mientras el sol está por encima de la cabeza en el ecuador, está en un ángulo bastante inclinado en los polos. Este efecto puede demostrarse utilizando una linterna, que puede tomarse como el sol. Véase la figura 1. Lo que realmente cuenta es la cantidad de sol que cae sobre una zona determinada. En el ecuador, la zona A recibe la misma cantidad de sol que otra zona B situada a mayor latitud. Como, a partir de la figura 1, B es claramente mayor que A, la cantidad de sol que cae sobre una unidad de superficie (por ejemplo, un metro cuadrado) en la zona B es menor que la de la zona A. En otras palabras, para una misma superficie de 1 metro cuadrado, la cantidad de sol recibida es mayor en A que en B.
Figura 1: Con el haz de luz en ángulo, la zona B es mayor que la zona A.
Figura 2: Rayos del sol a la tierra. El área iluminada por el rayo solar es mayor en A que en B. Así, la energía solar que cae sobre una unidad de superficie es mayor en los trópicos que en latitudes más altas.
Los otros factores, que son menos importantes, incluyen:-
a) Absorción y dispersión de la luz solar al atravesar la atmósfera – la cantidad de absorción y dispersión depende de la naturaleza y concentración de las moléculas de aire y de las pequeñas partículas de la atmósfera. En igualdad de condiciones, en las latitudes más altas la trayectoria del sol es más larga. Naturalmente, hay más moléculas de aire y partículas en el camino, lo que provoca una mayor absorción y dispersión. De ahí que llegue menos energía solar a estos lugares.
b) Reflexión por la superficie terrestre. Cuando el rayo solar llega a la tierra, parte de la energía se refleja y no calienta el lugar. La cantidad de reflexión depende de la naturaleza de la superficie. La nieve es un extremo en términos de reflexión, ya que entre el 75 y el 95% de la radiación solar entrante es devuelta, lo que no ayuda mucho al clima ya frío de las zonas cubiertas de nieve. Sin embargo, con una tendencia general a la disminución de la cobertura de nieve en los últimos años debido al cambio climático, cada vez se absorbe más energía solar. Una consecuencia muy probable es que las condiciones sean aún más cálidas y la cubierta de nieve sea menor, lo que agrava aún más el equilibrio.