- Las pulgas de arena no llegan a ser muy grandes – la mayoría son
alrededor de media pulgada a una pulgada de largo. Las
hembras crecen hasta 2 pulgadas de largo mientras que los
machos sólo crecen hasta cerca de 3/4 pulgadas de largo.
Los cangrejos topo tienen cinco conjuntos de «patas» en su
vientre. Se utilizan principalmente para remar a través del agua y para cavar en la arena blanda. na característica del cangrejo topo es que siempre se desplaza hacia atrás. Pueden caminar sobre
arena húmeda para volver al agua, pero si se
ponen en arena seca, normalmente no se mueven.
No tienen pinzas como la mayoría de los cangrejos.
Como otros cangrejos, «respiran» a través de branquias
y deben tener agua oxigenada para vivir.
Pueden vivir fuera del agua durante unas horas
hasta unos días, dependiendo de la temperatura
y si sus branquias no se secan.
En la parte trasera del vientre se encuentra el
Telson del cangrejo. Localmente se le conoce como el
«excavador». El telson tiene varios propósitos:
1) Ayuda a proteger el suave vientre del
cangrejo.
2) Inicia la excavación mediante la estimulación táctil de su
base.
3) Ancla la pulga de arena en la arena una vez que
se ha completado la excavación.
Si se retira el telson de un cangrejo preñado, se encontrarán cientos de huevos de colores brillantes debajo.
Durante la época de reproducción, de febrero a octubre, una hembra puede producir una nidada al mes de 50 a 45.000 huevos, que tardan unos 30 días en desarrollarse. Los pescadores creen que los huevos anaranjados de las pulgas de arena atraen a los pámpanos y a otros peces. Por eso, a mucha gente le gusta usar plantillas de color naranja o rosa para los pámpanos. Los estudios han demostrado que suelen eclosionar justo después de la puesta de sol y cuando las olas o la marea están altas. Se cree que este momento ayuda a proteger los huevos y las mareas altas ayudan a llevarlos al mar, donde comienzan su vida como zoea de natación libre. En el mar van a la deriva durante 3-6 meses y pasan por numerosas etapas de desarrollo. Cuando las larvas alcanzan la etapa juvenil, las corrientes comienzan a arrastrarlas hasta nuestras playas alrededor de marzo de cada año. En esta etapa, miden alrededor de un cuarto de pulgada y son llamados «reclutas» por los biólogos. Se unen a las pulgas de arena más viejas que han pasado el invierno enterradas en la arena cerca de la orilla.