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- Aspecto general: El LCR suele ser transparente e incoloro como el agua. El líquido cefalorraquídeo turbio o cualquier sangre en la muestra puede indicar una infección u otro problema.
- Conteo de células: Esto incluye el número y el tipo de glóbulos blancos. Demasiados glóbulos blancos indican una infección.
- Proteínas: Grandes cantidades de proteínas en el LCR pueden sugerir una infección u otras enfermedades.
- Glucosa: En las infecciones bacterianas del sistema nervioso central, el nivel de glucosa del LCR es a veces bajo.
- Dolor de cabeza: Después de una punción lumbar, el paciente debe acostarse durante unas horas y beber mucho líquido, lo que puede ayudar a prevenir el dolor de cabeza. Los bebés no necesitan hacer esto. Si su hijo tiene dolor de cabeza, el paracetamol u otro tipo de analgésico sin aspirina suele ayudar. Si el dolor de cabeza dura más de 2 días, llame a su médico.
- Infección: En raras ocasiones, puede producirse una infección si las bacterias se introducen en la piel cuando se realiza la punción. Esto es muy raro porque los médicos siempre utilizan técnicas estériles para realizar la prueba.
- Sangrado: Si un pequeño vaso sanguíneo bajo la piel se mella durante la punción lumbar, puede haber algo de sangrado.
¿Qué es una punción lumbar?
La punción lumbar, o punción espinal, es una prueba médica que consiste en recoger una pequeña muestra de líquido cefalorraquídeo (LCR) para examinarla. Este líquido transparente e incoloro ayuda a «amortiguar» el cerebro y la médula espinal, o sistema nervioso central.
Los médicos utilizan la muestra de líquido para buscar signos de posibles infecciones u otras enfermedades.
¿Por qué se realizan las punciones lumbares?
El sistema nervioso central está formado por el cerebro y la médula espinal. Es el «centro de mando» del cuerpo. La médula espinal envía señales hacia y desde el cerebro y el cerebro las interpreta.
El líquido cefalorraquídeo fluye constantemente alrededor del sistema nervioso central mientras lo protege. Como «baña» el sistema nervioso central, el LCR también puede recoger sustancias químicas e impurezas en el cerebro y la médula espinal.
Una muestra de líquido puede proporcionar mucha información importante sobre la salud de una persona. Así, una punción lumbar puede ayudar a los médicos a encontrar o descartar muchas enfermedades o afecciones.
Lo más frecuente es realizar una punción lumbar para ver si un niño tiene meningitis (inflamación e infección de la cubierta del cerebro y la médula espinal). Otras afecciones que pueden detectarse son el síndrome de Guillain Barré, la esclerosis múltiple, el cáncer que afecta al sistema nervioso y las hemorragias cerebrales.
La punción lumbar también puede utilizarse para añadir medicamentos, anestesia o tinte (para realizar radiografías especializadas) directamente en el líquido cefalorraquídeo. En ocasiones, se realizan para ayudar a aliviar la presión en el cerebro cuando una afección hace que el cuerpo produzca demasiado LCR.
¿Qué ocurre antes de una punción lumbar?
Si su hijo necesita una punción lumbar, primero tendrá la oportunidad de hacer preguntas. A continuación, le pedirán que firme un formulario de consentimiento informado, en el que se indica que comprende el procedimiento y sus riesgos y que da su permiso para realizarlo.
La mayoría de las punciones lumbares se realizan en el servicio de urgencias. El médico que la realice conocerá el estado de su hijo
pero podría hacer algunas preguntas, como si su hijo es alérgico a algún medicamento.
Algunos padres eligen estar en la habitación con su hijo durante la punción lumbar, mientras que otros se sienten más cómodos en una sala de espera. Puede preguntar al médico si está bien que se quede.
¿Qué ocurre durante una punción lumbar?
La punción lumbar es un procedimiento común que dura unos 30 minutos o menos.
La médula espinal se extiende desde la parte inferior del cerebro hasta la zona lumbar superior. La punción lumbar se realiza en la zona lumbar inferior, por debajo del punto donde termina la médula espinal. Así, se evita el riesgo de dañar la médula espinal.
Una punción lumbar no es una cirugía. Por lo tanto, alguien que reciba una puede estar despierto durante la misma, y no necesitará puntos de sutura ni un tiempo de recuperación prolongado. Si un niño parece ansioso o agitado, el médico le recomendará un sedante (un tipo de medicamento que ayuda al paciente a relajarse durante el procedimiento). El sedante puede administrarse por la boca, la nariz o por vía intravenosa.
Los pacientes deben colocarse con la espalda curvada hacia fuera para que los espacios entre las vértebras sean lo más amplios posible. Esto facilita al médico la inserción de la aguja.
A los niños mayores se les puede pedir que se sienten en una mesa de exploración mientras se inclinan con la cabeza sobre una almohada o que se acuesten de lado. Los bebés y los niños más pequeños se colocan de lado con las rodillas bajo la barbilla. En el caso de estos niños, las enfermeras o los auxiliares los mantienen firmemente en posición.
Cuando el paciente está en posición, un médico utiliza jabón esterilizante para limpiar la zona en la que entrará la aguja.
Anestesia
Se adormece una pequeña zona de la parte baja de la espalda con un tipo de anestesia líquida (medicamento que ayuda a evitar el dolor) que se administra a través de una pequeña aguja. A menudo, se aplica una crema adormecedora en la piel antes de esto. La crema alivia las molestias de la inyección, aunque el medicamento líquido puede quemar un poco.
La aguja espinal
La aguja espinal es la herramienta más importante de este procedimiento, y funciona como el «grifo». La aguja es fina y su longitud varía según el tamaño del paciente. Tiene un núcleo hueco. Dentro del núcleo hueco hay un «estilete», otro tipo de aguja fina que actúa como un tapón. Cuando se inserta la aguja espinal en la zona lumbar inferior, el estilete se retira con cuidado, dejando que el LCR gotee en los tubos de recogida.
«Pinchar» el líquido cefalorraquídeo
Asegurándose de que el paciente está en la posición adecuada, un médico inserta cuidadosamente la aguja espinal entre dos vértebras. La aguja se pasa con cuidado a través de la piel y los ligamentos, y luego a través de una membrana resistente llamada duramadre. Los médicos pueden saber que la aguja está en el lugar correcto cuando sienten un «chasquido», que significa que la aguja ha atravesado la membrana dura. Cuando la aguja llega a una zona llamada canal espinal, el estilete se extrae lentamente para permitir que fluya el líquido cefalorraquídeo.
En ocasiones, se conecta al extremo de la aguja un pequeño instrumento llamado manómetro. Un manómetro es básicamente un medidor que mide la presión del LCR. Una presión elevada del líquido puede ser un indicador de algunas enfermedades graves, como tumores o hidrocefalia (acumulación excesiva de líquido en el cerebro).
La recogida de la muestra de LCR suele durar unos 5 minutos. A continuación, se retira la aguja y se coloca un pequeño vendaje en el lugar. Las muestras recogidas se envían a un laboratorio para su análisis.
¿Qué ocurre después de una punción lumbar?
Si no estaba en la habitación con su hijo durante la prueba, puede entrar después de que se hayan recogido las muestras. Dependiendo de las recomendaciones del médico, es posible que su hijo tenga que estar tumbado boca arriba durante una hora aproximadamente después del procedimiento.
Algunos resultados están disponibles en 30 o 60 minutos. Pero para buscar las bacterias específicas que crecen en la muestra, se envía un cultivo bacteriano al laboratorio. Estos resultados suelen estar disponibles en 48 horas. Si puede haber una infección, el médico iniciará un tratamiento con antibióticos mientras espera los resultados del cultivo.
Los técnicos del laboratorio buscan varias cosas al examinar la muestra de líquido cefalorraquídeo, entre ellas:
Los técnicos de laboratorio también realizan una tinción de Gram y un cultivo de la muestra. La tinción de Gram detecta las bacterias en una muestra. Esto implica añadir un tipo de tinte a la misma, y luego comprobar si hay bacterias. A continuación, la muestra se cultiva (se pone en condiciones especiales para ver si crece algún germen del LCR). Esto ayuda a identificar el tipo específico de infección.
¿Cuáles son los riesgos de una punción lumbar?
Una punción lumbar es un procedimiento seguro con pocos riesgos, o ninguno. En raras ocasiones, las complicaciones pueden incluir:
Cuando su hijo se somete a cualquier tipo de procedimiento, es comprensible que esté un poco inquieto. Pero ayuda saber que las punciones lumbares son procedimientos breves y comunes y que las complicaciones son raras. Si tiene alguna duda o preocupación, hable con su médico.