Beneficios de una fundación privada
El establecimiento de una fundación privada puede crear un legado más allá de su vida y permitir a los miembros de la familia ser empleados o servir como miembros de la junta. Además, con un control total sobre la concesión de subvenciones, puede apoyar a organizaciones distintas de las organizaciones benéficas públicas 501(c)(3). Siguiendo los procedimientos del IRS, los donantes pueden conceder subvenciones a programas benéficos llevados a cabo por particulares, programas de becas y otras entidades, lo que convierte a una fundación en uno de los vehículos benéficos más flexibles a la hora de apoyar ciertos tipos de donaciones.
Otras ventajas son:
- Posible deducción fiscal inmediata -hasta el 30 por ciento de la renta bruta ajustada para donaciones en efectivo y hasta el 20 por ciento de la renta bruta ajustada para activos cotizados a largo plazo.
- Posible eliminación del impuesto sobre las ganancias de capital para las donaciones de valores apreciados a largo plazo.
- Posibilidad de aceptar muchos tipos de activos.
En algunos casos, el tratamiento fiscal de las contribuciones a una fundación privada es menos ventajoso que el tratamiento fiscal de las donaciones a organizaciones benéficas públicas, incluidos los fondos asesorados por donantes.
Reglas administrativas y fiscales de las fundaciones en comparación con los fondos asesorados por donantes
Hay varias consideraciones administrativas y fiscales a tener en cuenta antes de crear una fundación privada. En muchos casos, el tratamiento fiscal y los costes de un fondo asesorado por el donante pueden ser más favorables.
- Las deducciones benéficas para las contribuciones a las fundaciones están limitadas al 30 por ciento de la renta bruta ajustada para el dinero en efectivo y al 20 por ciento de la renta bruta ajustada para los valores apreciados negociados públicamente a largo plazo. Para las contribuciones a un fondo asesorado por un donante, esos límites son el 60 por ciento y el 30 por ciento, respectivamente.
- Para las fundaciones privadas, las contribuciones que no se negocian públicamente, como las acciones o los bienes inmuebles de propiedad privada, pueden ser deducibles sólo en base al coste en lugar de al valor justo de mercado. En el caso de las contribuciones de activos que no cotizan en bolsa a una organización benéfica pública, como el patrocinador de un fondo asesorado por un donante, la deducción puede ser al valor justo de mercado.
- Puede ser totalmente anónimo al hacer donaciones desde un fondo asesorado por un donante, a diferencia de una fundación privada donde sus declaraciones son información pública.
- Aunque las fundaciones privadas están exentas del impuesto federal sobre la renta, sus ingresos de inversión están sujetos a un impuesto especial del 1 o 2 por ciento, mientras que el crecimiento de un fondo asesorado por un donante no está gravado.
- Las donaciones de un patrimonio a una fundación reciben la misma deducción ilimitada que las donaciones de un patrimonio a una organización benéfica pública o a un fondo asesorado por un donante.
- Dinero en efectivo
- Valores que cotizan en bolsa
- Seguros de vida y rentas vitalicias
- Activos del IRS
- Bienes inmuebles
- Capital privado
Esta tabla ofrece una rápida comparación de los fondos asesorados por un donante, las fundaciones y los fideicomisos benéficos.
Creación de una fundación privada
La tarea de establecer una fundación privada puede requerir la ayuda de un contador público, un abogado u otros asesores. Sus asesores iniciarán el proceso, que incluye el establecimiento de la entidad. Esto implica la presentación del estatus de exención de impuestos y otros documentos administrativos relacionados.
Con el marco legal establecido, puede centrarse en la financiación. La aportación inicial suele provenir de un único donante o de muy pocos donantes, normalmente un individuo, una familia o una empresa. La contribución puede incluir una variedad de activos como:
Los bienes inmuebles y el capital privado tienen diferentes implicaciones fiscales que otros activos. Tenga en cuenta que los activos de propiedad privada pueden estar limitados a la base de coste.
La vida útil de una fundación privada
En teoría, una fundación privada puede operar a perpetuidad. En la práctica, es posible que las generaciones posteriores no quieran continuar con la fundación tras la muerte de un fundador, o que los miembros de la familia descubran que quieren una mayor privacidad en sus asuntos benéficos. Si una fundación privada ya no cumple con lo que una familia necesita, hay opciones. Por ejemplo, el abogado de la fundación puede disolver la organización y transferir los activos a un fondo o fondos asesorados por donantes. Sin embargo, es aconsejable pensar en todas las opciones posibles y discutir con los miembros de la familia la duración prevista de una fundación antes de crearla.
¿Quién es un buen candidato para una fundación privada?
Los donantes que estén pensando en crear una fundación privada deben tener en cuenta varios factores antes de asumir este importante compromiso financiero y legal. Por ejemplo, tendrá que sumergirse en la estrategia de concesión de la fundación. Además, tendrá que ayudar a gestionar la fundación, lo que incluye la contratación de personal y gestores de inversiones, la gestión de las subvenciones y el cumplimiento de todos los requisitos de presentación de informes.
Las fundaciones privadas son poderosos vehículos de donación, pero pueden ser costosas, requerir mucho tiempo y suponer una carga administrativa. Si usted y su familia están interesados en crear un vehículo de donaciones benéficas que sea eficiente, sencillo y con impacto, puede considerar alternativas como un fondo asesorado por el donante. Es una buena idea hablar con su abogado u otros asesores de confianza sobre su planificación benéfica y sobre qué opción es la más adecuada para sus circunstancias.