Hombres de diversas edades, desde niños hasta adultos mayores, experimentan TNP. Por lo general, los adultos jóvenes, que tienen los niveles más altos de testosterona, experimentarán erecciones nocturnas con más frecuencia que los niños o las personas mayores. Los varones adultos jóvenes pueden tener TNP todas las mañanas y algunas veces durante la noche.
El pico de madurez sexual se produce generalmente cuando los varones están entre el final de la adolescencia y el final de la treintena, y esto puede corresponderse con niveles más altos de testosterona. Es normal que las personas de este rango de edad experimenten episodios frecuentes de TNP.
A medida que una persona se acerca a los 40 y 50 años, puede notar menos episodios de TNP. Esto suele ocurrir porque los niveles de testosterona están disminuyendo de forma natural. Sin embargo, los episodios deben disminuir gradualmente, no de forma repentina. Es habitual un descenso gradual del TNP con la edad.
Un desequilibrio hormonal, especialmente uno que afecta al pene y a los testículos, puede dar lugar a pocos o ningún episodio de TNP. Esta es una de las razones por las que tener erecciones regulares por la mañana es un indicador importante de la salud de los órganos sexuales masculinos.
Un estudio descubrió que los hombres con hipogonadismo, que impide que los órganos sexuales funcionen plenamente, experimentaron un aumento del TNP después de haber recibido una terapia con testosterona.
Algunas investigaciones afirman que la calidad del sueño de una persona puede afectar a la frecuencia del TNP. Si una persona no está durmiendo bien y entrando en el ciclo REM, es posible que no experimente erecciones nocturnas.
Un estudio de 61 hombres con apnea obstructiva del sueño y disfunción eréctil descubrió que conseguir una mejor calidad de sueño daba lugar a una mayor frecuencia de TNP. Los participantes que utilizaban dispositivos de presión positiva continua en las vías respiratorias tenían erecciones nocturnas más frecuentes que los que no lo hacían.
Otros estudios han utilizado la TNP como indicador de la salud hormonal o sexual, especialmente al tratar la DE.
Por ejemplo, si una persona tiene TNP pero no puede conseguir o mantener una erección durante la actividad sexual, los médicos pueden descartar problemas como un flujo sanguíneo insuficiente o respuestas nerviosas en el pene. Si este es el caso, la DE puede ser un problema psicológico, y un profesional de la salud puede tratarlo en consecuencia.
Sin embargo, si una persona no tiene erecciones nocturnas y tiene problemas para conseguir o mantener erecciones relacionadas con el sexo, los médicos pueden determinar que hay una causa física de la DE.