Encontrar un bulto en la vulva puede ser desconcertante, pero no es inusual que un quiste crezca en cualquier parte, incluyendo la pared vaginal y los labios. Los quistes pueden aparecer por un traumatismo, una obstrucción o de forma espontánea. Suelen ser indoloros y tener un tamaño inferior a 1 cm, aunque pueden aumentar de tamaño. Existen varios tipos de quistes de inclusión epidérmica, entre ellos los sebáceos y los queratinosos.
Los quistes sebáceos son protuberancias de crecimiento lento llenas de sebo, una sustancia aceitosa e inodora. Cuando se examinan, se mueven libremente bajo la piel. Los quistes sebáceos suelen estar causados por la inflamación de los folículos pilosos o por un traumatismo cutáneo. Debe evitar tocarlos, ya que pueden inflamarse o infectarse fácilmente.
Los quistes queratinosos son otro tipo de quiste que puede formarse debido a folículos pilosos o glándulas sebáceas dañados. Están llenos de queratina, una proteína amarilla y espesa, que a veces drena del quiste. Un quiste queratinoso puede tener una abertura marcada con un punto negro en el centro.
Si localiza un bulto en cualquier parte de su región vulvar, informe a su ginecólogo. Aunque algunos desaparecen por sí solos, la mayoría de los quistes permanecerán pequeños y sin síntomas. Los quistes más grandes pueden causar irritación al caminar, mantener relaciones sexuales o introducir un tampón. Sentarse en un baño caliente varias veces al día durante 3-4 días puede ayudar a aliviar las molestias leves.
No debe intentar drenar ningún quiste por su cuenta, ya que son susceptibles de infección. Un quiste puede infectarse a causa de las bacterias normales de la piel o de una infección de transmisión sexual (ITS). Los quistes pueden aparecer rojos y sensibles cuando están infectados. A veces, un quiste infectado puede formar un absceso lleno de pus y extremadamente doloroso. Consulte a su ginecólogo si experimenta algún dolor.
Típicamente, su ginecólogo observará la ubicación y el tamaño del quiste. A menos que se desarrollen síntomas, controlarán el crecimiento durante las visitas rutinarias. En el caso de que un quiste se infecte, su ginecólogo puede prescribirle antibióticos. En caso de quistes múltiples, puede ser necesaria la anestesia general para extirparlos todos. Por lo general, los quistes no vuelven a aparecer tras su extirpación quirúrgica. Su ginecólogo puede recomendar una biopsia del quiste para descartar el cáncer.