Lo oyes por todas partes estos días: el término «gent» o «gentleman» se ha vuelto omnipresente en las revistas masculinas, los blogs y las conversaciones. Los vídeos dan la bienvenida a los «caballeros» y todo el mundo parece utilizar la palabra para un amplio abanico de hombres.
Un lector nos echó en cara recientemente que todo lo que no sea la definición tradicional de caballero es una decepción. Otro afirmaba que un caballero debe tener personal y que nunca cocinaría para sí mismo.
No podríamos estar más en desacuerdo: la definición de caballero ha cambiado y para bien. El príncipe Felipe, un «caballero» de manual por su riqueza y posición, también es famoso por su bocaza y sus meteduras de pata racistas. ¿Son éstos comportamientos de caballero? Desde luego que no.
Dado que la definición de caballero es tan fundamental para lo que es la Gaceta del Caballero, hemos pensado que es hora de esbozar cómo vemos al caballero hoy en día.
Country Gentlemen in 1875
The Original Gentleman
A hundred years ago, a gentleman was a man of high social position and wealth. Even today dictionaries still retain this definition, as well as several others:
- A chivalrous, courteous, or honorable man.
- A polite or formal way of referring to a man.
- A man of noble birth attached to a royal household
- A man of good social position, especially one of wealth and leisure
- A courteous title for a male fellow member of the House of Commons or the House of Representatives
Gentlemen in Frock Coat in 1913
So what does it really mean? Ser un caballero es mucho más que mera cortesía; los actos tradicionales de caballerosidad pueden resultar condescendientes, y el «honor» es un concepto muy relativo.
Hoy en día, el título de «caballero» ya no es relevante como indicación del refinamiento y el carácter de una persona, como antes se suponía que era para los hombres con riqueza y título que no tenían que trabajar para ganarse la vida.
En nuestra opinión, el término es mucho más igualitario, y hoy en día, decir que eres un caballero significa que te lo tienes que ganar. La riqueza y el poder ya no son suficientes, y de hecho, simplemente no son una parte relevante de la definición moderna. El dinero y la posición no pueden comprar la clase o el respeto.
Caballeros con sombrero en 1934
La definición de caballero moderno
El término es mucho más complicado, y creemos que es importante arrojar algo de luz sobre por qué y cómo lo usamos, y por qué la definición de caballero moderno es importante.
Creemos firmemente que cualquier hombre puede ser un caballero si lo desea, pero no es una empresa pequeña. Es un viaje, algo que un hombre se esfuerza continuamente por ser, más que un destino. Un caballero es:
¿Qué significa ser un caballero moderno?
- Un caballero es imperfecto. Esta puede ser la característica más importante de la lista. El término «caballero» no pretende ser un ideal inalcanzable; tiene en cuenta la naturaleza humana básica, en la que todos cometemos errores, elecciones y juicios cada día. La diferencia radica en que un caballero no se cree perfecto, sino que asume la propiedad y la responsabilidad de las cosas que puede controlar: sus acciones, sus conocimientos y su enfoque del mundo.
- Un caballero tiene altos estándares. Los estándares altos empujan a las personas a hacer lo mejor que pueden, y los caballeros los establecen para sí mismos. Un caballero espera un alto nivel de calidad, valor y funcionalidad, desde las cosas que compra hasta las que hace. Espera tanto de sí mismo como de los demás.
- Un caballero va bien vestido: Esta no debería ser una sorpresa. Un hombre bien vestido se viste adecuadamente según la temporada, la ocasión y su propio estilo. Para un caballero, vestir bien no es una cuestión de dinero, sino de una cuidadosa selección de ropa y accesorios basada en sus medios, la ocasión y sus gustos. Su forma de vestir demuestra que reconoce el poder de la ropa, la impresión que causa y el papel que desempeña en la sociedad. La ropa se utiliza para transmitir el respeto de un caballero por su anfitrión, su cargo o el anfitrión de un evento, pero no para escandalizar, provocar celos o presumir. Vestir bien es un punto de orgullo para un caballero porque demuestra su personalidad y su gusto.
- Un caballero tiene buenos modales: Aquí coincidimos con el diccionario. Un caballero es cortés, educado y respetuoso. Dice por favor y gracias, espera su turno en la fila y trata a los demás como desean ser tratados. Es un interlocutor equitativo y muestra buenos modales en la mesa y etiqueta en la cena.
- Un caballero es de mente abierta: Un caballero no cree que sus opiniones y conocimientos sean completos e incuestionables. Se esfuerza por aprender, está abierto a nuevas ideas, acepta la crítica constructiva y da la bienvenida al fracaso como un camino hacia el crecimiento y el autoconocimiento. Un caballero no discute puramente por el placer de tener la razón, sino que se centra en ser capaz de ponerse en el lugar de otras personas con el fin de comprender una perspectiva alternativa a la suya.
- Un caballero es interesante e informado: En estos días es fácil perderse en el ciclo de dormir-trabajar-netflix-repetir que priva a la gente de algo interesante que decir. Un hombre interesante puede mantener con éxito una conversación sobre varios temas, se interesa por el mundo que le rodea y por cómo funciona, y busca activamente aumentar sus conocimientos para su propia formación y disfrute. Las aficiones y los intereses personales revelan sus pasiones y su compromiso con las actividades que son significativas para él.
- Las acciones de un caballero coinciden con sus palabras. Sencillamente, un caballero hace promesas que tiene la intención de cumplir.
- Un caballero trata a las personas con respeto: Cuando decimos personas, nos referimos a todo el mundo: mujeres, colegas, superiores, camareros y personal de atención al cliente. Esto refleja la creencia de un caballero de que todas las personas son creadas iguales; no pretende tener más o menos derechos que los que le rodean. Es compasivo con los menos afortunados que él. No cree que el mundo sea un juego de suma cero, ni cree que poner a otra persona en el suelo le levantará a él.
- Un caballero reconoce la diferencia entre la arrogancia y la confianza. Si un hombre arrogante que se cree de importancia superior se basa en su opinión de sí mismo en relación con los demás. Un caballero cree en sí mismo y en sus capacidades independientemente de los demás. Un hombre arrogante debe ganar siempre para sentirse validado mientras que un caballero se autovalida desde dentro.
- Un caballero ejerce el poder a propósito. Aunque hay muchas fuentes potenciales para la afirmación «un gran poder conlleva una gran responsabilidad», hay una verdad inherente en ella para un caballero. Si está en una posición de poder, combina todos los rasgos anteriores para utilizar ese poder a propósito y no de forma egoísta. No para vengarse, no para su propio beneficio personal, y no de una manera que pisotea los derechos de los demás.
- Un caballero da a la gente el beneficio de la duda. Aunque puede ser un reto evitar el cinismo en un mundo difícil, un caballero elige dar a la gente el beneficio de la duda. La persona que te cortó el paso en la autopista puede haber recibido malas noticias; un amigo puede no responder a tu llamada porque está atrasado en el trabajo – un caballero trata de no sacar conclusiones negativas sobre otras personas.
Entonces, ¿por qué importa todo esto? Importa porque ser un caballero pone un listón muy alto para que los hombres, incluidos nosotros, trabajemos activamente para conseguirlo cada día. En lugar de ser un destino, es una aspiración que surge de la búsqueda de la mejora personal, el autoconocimiento y la motivación durante toda la vida.
El mayor logro es ser reconocido como caballero por los que te rodean, ya que en el fondo es un honor conferido sólo por otras personas. Utilizamos el término caballero con frecuencia, y creemos que debería significar algo. No es sólo una forma de dirigirse a otros hombres; es una declaración sobre quiénes somos y quiénes queremos ser.
Caballeros de corbata blanca en 1931
Los retos de ser un caballero en la vida cotidiana
Aunque todo esto suena admirable, estar a la altura de esos ideales día a día puede convertirse en todo un reto en ocasiones. Cuando un hombre está de mal humor, estresado o cansado, puede decir o hacer cosas fuera de lugar. En esas situaciones es importante pedir perdón a los demás y, si es sincero, la gente lo aceptará. Sé de lo que hablo porque ciertamente he tenido mi parte justa de fallos poco caballerosos.
Mi lucha personal diaria, de caballero, ocurre con los correos electrónicos, los comentarios de los artículos y los comentarios de YouTube. Empecé la Gaceta del Caballero porque quería compartir mi pasión por el estilo clásico para ayudar a los hombres a vestir mejor a través de una mejor información. Al principio, respondía con entusiasmo a cada correo electrónico, comentario o petición personalmente, como haría un caballero. Con el tiempo, cada vez más personas han encontrado el camino a nuestro sitio, y ya no es posible responder a cada comentario y correo electrónico personalmente. Por supuesto, a veces se molestan con nosotros si no les dedicamos el tiempo que creen que les dedicaría un caballero. En esos casos, me resulta muy difícil no responder porque quiero hacerlo, pero sin esa disciplina es imposible mantener la Gaceta del Caballero produciendo los artículos, vídeos, productos y correos electrónicos que todos disfrutan. Dejando eso de lado, trato de darle a la gente el beneficio de la duda de que lo entenderían si lo supieran.
¿Cuáles son tus retos de comportamiento caballeroso en la vida cotidiana? Por favor, comparte con nosotros en los comentarios.
Caballeros bien vestidos en los años 30