Cuando el aire fluye a través de los bronquios estrechados, pueden aparecer uno o varios de estos síntomas.
- Dificultad para respirar
- Tos
- Opresión en el pecho
- Calentamiento
- Producción de mucosidad
Los individuos con asma pueden experimentar los síntomas del asma de diferentes maneras. Algunas personas con asma tienen síntomas constantes o diarios. Otras personas pueden tener ataques periódicos. Los ataques pueden variar de leves a graves y pueden durar unas horas, varios días o más. Los síntomas suelen empeorar por la noche o a primera hora de la mañana.
Mucosa, drenaje postnasal &
Las membranas que recubren la nariz, la garganta y los bronquios son muy sensibles. Normalmente, segregan (producen) hasta dos litros de moco al día para humedecerse y protegerse. Cuando estas membranas se irritan, se congestionan y se hinchan, segregan una cantidad extra de moco. Esta mucosidad ayuda a proteger los pulmones y la nariz de las partículas irritantes y las infecciones.
Si tiene asma, sus membranas son más sensibles a los irritantes, como el humo, el aire frío, los olores fuertes y el polvo, lo que hace que segreguen más mucosidad de lo normal. Las infecciones pueden provocar aún más congestión, mucosidad y molestias. Sin embargo, el aumento de la mucosidad o la mucosidad amarilla no siempre significa que haya una infección. Consulte a su médico si tiene más mucosidad de lo habitual o si es de color verde o amarillo.
Aunque le moleste el exceso de mucosidad que gotea en la parte posterior de la garganta, la mucosidad no irrita el revestimiento. Sin embargo, toser de forma forzada para sacar la mucosidad irrita los bronquios y puede aumentar la producción de mucosidad. Evite la tos forzada. Algunas personas con asma tienen una tos crónica como consecuencia del exceso de mucosidad. El reflejo de la tos actúa como mecanismo de protección para expulsar la mucosidad que bloquea las vías respiratorias. Esta tos persistente puede volver a provocar más irritación, más producción de mucosidad y más síntomas de asma. Suprimir voluntariamente la tos, aunque sea difícil, es útil. No utilice supresores de la tos cuando ésta sea causada por el asma. Son ineficaces. Su alergólogo puede recetarle la medicación adecuada para tratar su condición de asmático. Beber más agua y chupar caramelos duros o piruletas (preferiblemente sin azúcar) también puede ayudar a disminuir la tos.