Se podría suponer que el cáncer de piel es uno de los más fáciles de detectar. Al fin y al cabo, la piel es el órgano más grande y es fácilmente visible, por lo que seguramente se notará si algo va mal. Por desgracia, puede que no sea tan sencillo.
A medida que crece y envejece, su piel cambia constantemente. De hecho, el cuerpo humano se deshace de alrededor de 1,5 libras de piel cada año para hacer espacio para las células frescas. Este ciclo de cambio constante significa que podrías no notar una pequeña diferencia en un bulto que has tenido durante años o un lunar que está empezando a verse un poco extraño en los bordes.
La buena noticia es que cuanto más sepa sobre los factores que pueden señalar un posible cáncer de piel, más fácil le resultará decidir cuándo le conviene acudir a un profesional.
Los diferentes tipos de cáncer de piel: Melanoma vs. No Melanoma
Lo primero que hay que tener en cuenta a la hora de buscar signos tempranos de cáncer de piel es que existe una distinción entre el «melanoma» (el tipo más agresivo de cáncer de piel) y las variedades «no melanoma» de la enfermedad.
Los cánceres de piel no melanoma son los más comunes y comienzan en las capas más profundas de la piel, lo que significa que es posible que no note ningún síntoma de inmediato. Los cánceres de melanoma, por el contrario, son claramente más peligrosos y se producen en las capas superiores y medias de la piel.
Los cánceres de melanoma son más agresivos porque a menudo pueden extenderse a otras partes del cuerpo, dando lugar a una enfermedad más completa. Ambos tipos de cáncer de piel pueden aparecer en cualquier parte del cuerpo, pero suelen aparecer más en las zonas frecuentemente expuestas al sol.
Síntomas del cáncer de piel no melanoma
Aunque la enfermedad puede presentarse de forma diferente dependiendo del paciente en cuestión, los síntomas del cáncer de piel no melanoma suelen incluir un crecimiento inusual que no se cura por sí mismo. El crecimiento puede aparecer como una erupción o un parche de piel de color anormal. Con el tiempo, a medida que el cáncer empieza a progresar, el tamaño o la textura de la piel pueden cambiar, y las manchas podrían empezar a supurar o sangrar.
Las formas más comunes de cáncer de piel no melanoma son:
- Carcinomas de células basales: Suelen aparecer como protuberancias del color de la piel o manchas pálidas. A medida que el cáncer se desarrolla, podría adquirir un tono más marrón o empezar a sangrar en algunas zonas.
- Carcinomas de células escamosas: Estos cánceres también pueden desarrollarse como bultos firmes en la piel. A menudo tienen una textura áspera o desarrollan un parche escamoso a su alrededor, similar al eczema. A diferencia de las erupciones estándar, estos parches similares a lesiones empeoran gradualmente con el tiempo.
- Carcinomas de células de Merkel: Estos cánceres aparecen como lunares de color carne o rojo que crecen sorprendentemente rápido. Los carcinomas de células de Merkel suelen prosperar en zonas de la piel expuestas constantemente a la luz solar, como la cara, los hombros y el cuero cabelludo.
Síntomas del cáncer de piel melanoma
El melanoma, el tipo más peligroso de cáncer de piel, puede aparecer en la piel bien en forma de una nueva mancha o de un lunar que cambia repentinamente de aspecto. Aunque puede ser difícil diferenciar un lunar canceroso de uno no canceroso a primera vista, los lunares normales suelen ser pequeños, de color uniforme y consistentes.
Los dermatólogos pueden separar los lunares cancerosos de las manchas «normales» de la piel mediante un método denominado prueba «ABCDE». Aprender el ABCDE puede ayudarle a detectar los primeros signos de tumores peligrosos.
ABCDE significa:
- A: Asimétrico: Un lunar estándar es pequeño y circular mientras que una lesión de melanoma tiene un aspecto extraño, como una mancha de pintura.
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B: Borde: Los lunares no cancerosos tienen bordes uniformes, mientras que las lesiones de melanoma evolucionan con el tiempo, dándoles contornos difíciles de definir. Puede parecer que el color del lunar se cuela en la piel.
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C: Color: Si el bulto en tu piel presenta múltiples tonalidades, podría ser una señal de alerta de melanoma. Los lunares estándar suelen ser de un solo color.D: Diámetro: Si algo no te parece bien en tu lunar, es posible que quieras medirlo. Las lesiones causadas por el melanoma suelen tener más de 6 milímetros de diámetro.
- E: Evolución: Un lunar sano no cambia con el tiempo, pero una lesión de melanoma evoluciona. Por eso es tan importante hacer revisiones periódicas de la piel con tu médico y realizarlas tú mismo en casa.
Qué hacer con las manchas sospechosas
Recuerda que tu piel cambia constantemente, se repara y evoluciona. El hecho de que notes un nuevo bulto o una costra sobre un lunar no significa que tengas que entrar en pánico por el cáncer. Sin embargo, si nota alguno de los signos de melanoma mencionados anteriormente, incluido un lunar que pica, que desarrolla una costra o una rozadura, que se siente sensible o que está aumentando de tamaño, visite a su médico.
Una forma de ayudar a su médico es llevar un registro de la forma y el tamaño de sus lunares para poder registrar los cambios a lo largo de los años y complementar las revisiones de la piel en la consulta. El conocimiento es poder cuando se trata de protegerse contra el cáncer de piel. Asegúrese de concertar citas periódicas con su médico para mantener la piel a salvo.