Salud

Quizás haya oído alguna vez que las personas con dolores articulares o artritis pueden predecir la llegada del frío mucho antes que el hombre del tiempo local. O tal vez sufra de un dolor de espalda que parece empeorar cada vez que llega el invierno y la temperatura desciende por debajo del punto de congelación. El nombre técnico de esta afección es «alodinia al frío», pero ¿qué ocurre realmente con su cuerpo cuando se dan estos casos?

Algunos expertos creen que la presión barométrica sobre sus articulaciones es la causa de la alodinia al frío. Hay muchos receptores en las terminaciones nerviosas del cuerpo que detectan cosas como la textura, la temperatura y, por supuesto, la presión. Sin embargo, estas terminaciones nerviosas también pueden captar los cambios en la presión barométrica del aire y responder, en algunas personas, con una reacción de dolor.

Entonces, ¿qué puedes hacer con el dolor de espalda cuando hace frío? Bueno, lo primero que puede hacer es abrigarse y abrigarse bien. Las capas adicionales son muy útiles para retener el calor y mantener el frío fuera. Entender cómo y por qué el clima invernal afecta a tu cuerpo es el primer paso para mitigar tu dolor. Con esto en mente, aquí hay algunos datos importantes sobre el dolor de espalda en esta temporada:

  • Si bien no hay una conexión conocida entre la presión barométrica y el dolor de espalda, las temperaturas frías se asocian con un mayor riesgo de lesiones en la espalda. Una cosa que sí sabemos es que cuando tienes frío, los músculos, tendones y ligamentos de la espalda se tensan y se vuelven menos flexibles, haciéndolos así mucho más propensos a las lesiones que, a su vez, pueden causarte mucho dolor de espalda.
  • Los días oscuros y sombríos del invierno pueden contribuir a la depresión, que a su vez puede causar o agravar el dolor de espalda crónico.
  • Los días más cortos y fríos pueden disuadirte de hacer ejercicio, lo que puede ser una fórmula para el dolor de espalda. Al fin y al cabo, esa carrera matutina o ese paseo nocturno en bicicleta pueden ser peligrosos además de incómodos cuando está oscuro, mojado y/o hace frío en el exterior.
  • Muchas personas dicen que experimentan dolor de espalda, cuello y articulaciones justo antes de una tormenta o cuando la temperatura desciende rápidamente, lo que implica que sus cuerpos son capaces de registrar de alguna manera los cambios de presión barométrica que se producen en esos momentos. Sin embargo, hasta la fecha no existen pruebas científicas que demuestren una correlación entre el descenso de la presión atmosférica y el dolor de espalda. La conclusión es que los problemas de espalda en invierno pueden evitarse si se lleva la ropa adecuada para mantener el calor, se estiran los músculos con regularidad, se mantiene la actividad y se emplean técnicas básicas de prevención de caídas cuando sea necesario.

    El Centro de Tratamiento del Dolor del Hospital Flushing está diseñado para diagnosticar y tratar una amplia gama de síndromes de dolor crónico. Para cualquier pregunta sobre los servicios prestados, por favor llame al 718- 670-8797.

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