¿Se puede malcriar a un recién nacido o a un bebé de corta edad?
La respuesta a esta pregunta es «¡No!»
Los bebés de corta edad necesitan mucha atención, y es posible que le preocupe -o que otras personas le digan- que si «cede» demasiado a menudo o le presta demasiada atención, «malcriará» a su bebé.
Pero esto no ocurrirá. En los primeros meses no crearás malos hábitos por responder a las necesidades de tu bebé.
Los bebés pequeños no pueden conectar conscientemente causa y efecto. No piensan en sí mismos: «¡Voy a llorar hasta que consiga lo que quiero!»
Si tu bebé pequeño llora o se queja, puede ser porque tiene frío o hambre, porque tiene el pañal sucio o porque le duele algo. O puede que tu bebé sólo quiera saber que estás cerca. Ignorar a tu bebé cuando está llorando no le enseñará a resolverlo por sí mismo, porque los bebés aún no pueden hacerlo.
Por qué es importante responder a tu bebé
Tu bebé depende de ti y de otros cuidadores para que le proporcionen lo que necesita para crecer y desarrollarse.
Si respondes con calma y constancia a las llamadas de atención de tu bebé, solucionando lo que necesita o simplemente estando ahí, tu bebé aprende rápidamente a confiar en que vas a satisfacer sus necesidades. Y esto ayuda a que tu bebé adquiera seguridad y confianza con el paso del tiempo.
Los bebés que tienen relaciones constantes y afectuosas en las primeras etapas de su vida desarrollan rápidamente un apego seguro a sus cuidadores. Estos bebés afrontan mejor el estrés cuando son mayores. También tienden a llevarse mejor con otros niños. Y es más probable que sean física y emocionalmente más sanos cuando sean adultos.
Otros adultos pueden desempeñar un papel en el cuidado y la respuesta a su bebé. Y el vínculo con más de una persona ayuda a tu bebé a aprender sobre la confianza y la cercanía con las personas. Así que no pasa nada por pedir ayuda y tomarse un respiro durante un tiempo.
Equilibrar las rutinas y la flexibilidad
Puede que te preocupe que si abrazas demasiado a tu recién nacido, el bebé no consiga una rutina de sueño. Pero en los primeros meses, es importante ayudar a tu bebé a desarrollar un apego seguro a ti respondiendo con calma y coherencia a las necesidades del bebé.
Algunos padres encuentran que una rutina simple y flexible de alimentación, juego y sueño puede ser calmante y predecible para su bebé. Otros consideran que ayuda más la flexibilidad que la rutina, especialmente en los primeros meses.
A los 12 meses, los bebés empiezan a tener cierto control sobre su comportamiento. Es un buen momento para empezar a establecer límites suaves que constituyan la base para enseñar a tu hijo un comportamiento positivo en el futuro.
El sueño del bebé: qué esperar
Si te preocupa estropear a tu bebé prestándole demasiada atención -sobre todo si no se calma- puede ayudarte saber qué esperar del sueño del bebé recién nacido.
Aunque los recién nacidos duermen, de media, 16 de cada 24 horas, tu bebé podría hacerlo en breves siestas. Durante las primeras semanas, mientras tú y tu bebé os vais conociendo, puedes introducir técnicas de asentamiento que preparen el terreno para ayudar a tu bebé a aprender a dormir durante periodos más largos.
Alimentación del bebé: qué esperar
Si sientes que tu recién nacido llora para ser alimentado todo el tiempo, ¡probablemente tengas razón! En los primeros días, los bebés suelen necesitar alimentarse cada 2-4 horas. Responder y dar a tu bebé lo que necesita es la clave.
Puede ser útil saber que la mayoría de los bebés establecen un patrón manejable de alimentación a demanda durante las primeras semanas de vida. Aprenden a hacer la mayor parte de las tomas durante el día y a hacer menos durante la noche, por lo que será más fácil.
Un momento de alimentación tranquilo y feliz es una gran oportunidad para que establezcas un vínculo con tu bebé y construyas la relación cálida y de confianza que es tan importante para su desarrollo.