Shuddering spells

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Got It!

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The Pediatric Insider

© 2012 Roy Benaroch, MD

«My 11 month old daughter was seen for odd shaking of her torso and head at weird times. They said it was a shuddering attack. What is that? Do I need to worry?»

Babies sometimes move in mysterious ways. They wiggle and squirm and sometimes bits of them tremble or flail about—and it can be worrying, sometimes, when your baby moves oddly. Often, the movements really aren’t anything with a specific name or diagnosis. They might be, as a ped neurologist once told me, «CBS». He had a bit of a potty mouth, so I’ll let you figure out what those letters mean*. No hace falta decir que, como joven residente, me encogía cuando utilizaba ese término delante de los padres.

Los ataques de escalofríos (a veces llamados «shuddering spells») son un ejemplo muy específico y normal de un movimiento extraño del bebé que es normal y no significa nada. No son supercomunes, pero tampoco son superdescomunales. Veo al menos unos cuantos niños con esto cada año.

Los ataques de escalofríos suelen ocurrir en bebés y niños pequeños. Doblan repentinamente el cuello o el tronco, y tienen un movimiento similar a un escalofrío, casi como si tuvieran un escalofrío. El cuerpo puede agarrotarse brevemente. Durante el evento, el niño está completamente consciente e interactivo (aunque a veces con los bebés esto es difícil de confirmar.) El episodio suele durar unos 5 segundos, y después el niño está completamente bien.

Aunque los escalofríos en sí mismos son completamente normales y benignos, pueden ser preocupantes para los padres cuando no está claro lo que está pasando. En cierto modo, un escalofrío puede parecerse a una convulsión muy breve, pero hay algunas grandes diferencias. Los escalofríos, a diferencia de las convulsiones, nunca ocurren durante el sueño. Después de la mayoría de las convulsiones, el niño experimenta un periodo de somnolencia. Y los temblores en sí tienen un movimiento tan característico que una vez que se ven, pueden ser fáciles de reconocer.

A veces, he pedido a los padres de los niños que pueden estar teniendo temblores (u otros movimientos extraños) que intenten capturar el evento en un vídeo. De hecho, hay varios ejemplos colgados en Youtube.

El diagnóstico de los ataques de escalofríos se suele hacer basándose en la historia, junto con un examen por lo demás normal. Si el pediatra no está seguro, a veces puede ser útil una derivación a neurología. Una vez confirmado el diagnóstico, no es necesario realizar más pruebas ni tratamientos. Este tipo de escalofríos suele cesar al cabo de unos años, aunque incluso los adultos pueden sentir ocasionalmente un cosquilleo en la columna vertebral de vez en cuando.

*Pista: las dos primeras letras significan «bebé loco»

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