La regla general es inhalar por la nariz, para que el aire entre en tu vientre, justo antes de la parte excéntrica (que alarga el músculo) del movimiento.
Exhalar durante la parte concéntrica (de acortamiento muscular) del movimiento completamente por la boca.
Toma como ejemplo la sentadilla: Debes inhalar justo antes de empezar a bajar, y exhalar mientras extiendes las piernas de vuelta a la posición inicial.
O la flexión de brazos: Inhala, dobla los codos para bajar el cuerpo hasta el suelo, y exhala al volver a subir.
Puede ser tentador contener la respiración durante el levantamiento de pesas – ¡no lo hagas!
Acostumbrarse a aguantar la respiración puede hacer que tu presión sanguínea aumente, lo que puede provocar mareos, náuseas o incluso un ataque al corazón.
En su lugar, utilice su ejercicio como un momento para practicar respiraciones profundas. Las respiraciones profundas pueden reducir su presión arterial, mejorar la relajación e incluso pueden desempeñar un papel en la forma en que nuestro cuerpo descompone el sodio.
Conéctese a su respiración con técnicas de respiración -como las que se detallan aquí- y sea más consciente de cómo y cuándo respirar durante el entrenamiento de fuerza.
Después de algo de práctica, será algo natural.
Nicole Davis es una escritora afincada en Boston, entrenadora personal certificada por la ACE y entusiasta de la salud que trabaja para ayudar a las mujeres a vivir más fuertes, más sanas y más felices. Su filosofía es abrazar tus curvas y crear tu forma, ¡sea cual sea! Apareció en el «Futuro del Fitness» de la revista Oxygen en el número de junio de 2016. Síguela en Instagram.