No hay nada peor que hacer una sopa o una salsa y darse cuenta de que queda demasiado fina. Si te encuentras con este problema, es posible que te preguntes qué tipo de espesante es mejor. La maicena y la harina de uso general son dos espesantes que la mayoría de la gente tiene en sus cocinas, y puedes usarlos para espesar una gran variedad de sopas y salsas. Sin embargo, hay diferencias entre ambos.
Usos: Tanto la maicena como la harina de uso general son útiles para espesar cremas, salsas y salsas. La maicena es mejor para espesar salsas lácteas. Cuando espese con harina, mezcle 1 cucharada de harina con 1/2 taza de agua caliente antes de añadir la mezcla a su comida. Asegúrese de llevar la salsa a ebullición después de añadir la mezcla de harina. También puede mezclar harina con mantequilla u otra grasa para hacer un roux. Si está cocinando con maicena, disuelva 1 cucharada de maicena en 1/2 taza de agua fría. Añada esta mezcla a su salsa y llévela a ebullición durante un minuto aproximadamente. No lo hiervas más que eso o la maicena se romperá y el sabor se perderá.
Textura: Si tiene problemas con la salsa grumosa después de usar un espesante de harina, pásela por una batidora para suavizar los grumos o cuélela. Asegúrese de no cocer la salsa demasiado tiempo después de añadir la harina o podría formar grumos. Remuévela continuamente con un batidor para romper los grumos que intenten formarse. Además, si su salsa de maicena o gravy se llena de grumos, cuélela o utilice una batidora.
Resultados finales: Cuando utilice harina para espesar una salsa, su producto final será turbio o blanco. Esto no es un problema si está haciendo una salsa blanca o una sopa de crema; no debería saber a harina si la cocina lo suficiente después. Si utiliza maicena, el resultado final será ligeramente turbio, pero suave y ligeramente brillante. Es una excelente opción para natillas o cremas, cuando se desea que el resultado final sea un poco brillante.
Almacenamiento: Un último factor que debería afectar a su elección de la maicena frente a la harina como espesante es el almacenamiento. Si piensa refrigerar su comida después de cocinarla, una salsa de harina puede quedar muy espesa y gomosa. A veces ayuda añadir leche o agua a la salsa cuando se recalienta. Por otro lado, las salsas de maicena no se congelan bien, por lo que necesitará otro espesante si piensa congelar su resultado final.