Te encanta pellizcar las mejillas regordetas de tu hijo, besarle las rodillas y apretarle los bracitos. Pero, ¿es posible que haya demasiado que apretar?
Cuando se trata de evaluar el peso de su hijo, no siempre es fácil saberlo. Aun así, es crucial para la salud de tu hijo pequeño que averigües si está cogiendo más kilos de los que debería. El sobrepeso de un niño pequeño puede hacer que se convierta en un adulto con sobrepeso, lo que puede aumentar el riesgo de que sufra todo tipo de problemas médicos, como enfermedades cardíacas, diabetes y cáncer.
Con la obesidad infantil en su punto más alto en este país (se estima que el 14 por ciento de los niños de 2 a 5 años son obesos), sería inteligente determinar si su hijo está inclinando la balanza hacia la obesidad, para poder hacer algo al respecto ahora.
¿Por dónde empezar? Los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) y la Academia Americana de Pediatría (AAP) recomiendan que calcule el índice de masa corporal (IMC) de su hijo, un indicador de la grasa corporal basado en el peso y la altura que puede ayudarle a evaluar si su hijo tiene sobrepeso o es obeso.
Para calcular el IMC de su hijo, debe obtener medidas precisas de la altura y el peso de su pequeño. A continuación, introduzca esta información en la calculadora de percentiles de IMC de los CDC. Los resultados le indicarán el percentil de IMC de su hijo para su edad y sexo.
Si se encuentra entre los percentiles 5 y 85, se considera que tiene un peso saludable. Si cae en el percentil 85 o más, tiene sobrepeso, y si está en el percentil 95 o más, se considera obeso.
Pero antes de asumir lo peor, tenga en cuenta que el IMC de su hijo pequeño no es el único factor a tener en cuenta. Es simplemente un punto de partida, una forma de calibrar si su hijo tiene sobrepeso. And it’s important to note that some kids who are muscular tend to have high BMIs without being overweight.
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So once you learn your child’s BMI, take that information with you to your pediatrician so you can get a full assessment of your child’s weight.
Mientras tanto, céntrate en alimentar a tu pequeño con alimentos saludables y haz que se mantenga activo. He aquí cómo:
- Sirva constantemente alimentos nutritivos como frutas, verduras, cereales integrales y productos lácteos bajos en grasa.
- No se exceda con las comidas rápidas, procesadas y con alto contenido en grasa.
- Limite el zumo en el vaso de su hijo a 4 onzas al día (o diluya su zumo con agua para que dure más y reduzca las calorías de cada trago, y evite las bebidas azucaradas como los refrescos).
- Tenga horarios de merienda y comida constantes (divididos en seis mini comidas) en lugar de dejar que su hijo pique durante todo el día, lo que puede llevarle a comer en exceso.
- Deje que su hijo se alimente por sí mismo (en lugar de que usted le sirva cada bocado con una cuchara) y deje que pare cuando esté listo. Él tiene un mejor sentido de cuánta hambre tiene que usted. Esto le ayudará a aprender a escuchar sus propias señales de hambre y saciedad.
- No premie a su hijo con golosinas. Eso puede conducir a una relación emocional poco saludable con la comida.
- Intente limitar el tiempo de pantalla a una hora al día o menos. Así tendrá más tiempo para la actividad física.
- Busque formas de estar activos juntos. Lleve a su hijo al parque, salgan a pasear juntos y considere la posibilidad de realizar actividades familiares como el senderismo y el ciclismo.
- Caminen o corran. Coma bien y haga ejercicio usted mismo. Si usted es un modelo de estilo de vida saludable, su hijo estará más dispuesto a seguir su ejemplo.