Se trata de una afección común que se observa tanto en atletas como en no atletas, ya que estos músculos tienden a ser débiles, se estiran demasiado y son propensos a las lesiones. Es una condición común al principio de la temporada que se observa en los jugadores de béisbol, especialmente en los lanzadores. Al lanzar una pelota a 160 km/h se involucran poderosos músculos como el pectoral mayor, el subescapular y el deltoides.
La fuerza de desaceleración puede ser hasta diez veces mayor que la de aceleración. El movimiento debe ser desacelerado y detenido por los pequeños músculos infraespinoso y teres menor, típicamente débiles e inhibidos, por lo que cuando se detienen repetidamente de forma brusca durante la desaceleración estresan o tensan los tendones de fijación en la parte posterior del hombro con el tiempo.
Tratamiento:
- Siga el protocolo básico del hombro, ya que debe liberar primero los músculos anteriores restringidos y tensos para permitir que el infraespinoso y teres menor débiles, inhibidos o sobreestirados se relajen. El músculo más importante que hay que liberar antes de tratar estos músculos es el subescapular.
- A continuación, realice el protocolo específico para estos músculos, que incluye el trabajo miofascial y el deslizamiento de fibras cruzadas para devolver el músculo a su posición normal de reposo, la fricción multidireccional y la realineación excéntrica (tejido cicatricial) de las fibras.
- Repita el proceso hasta que el cliente esté libre de dolor. A continuación, es imperativo fortalecer estos músculos débiles, inhibidos y sobreestirados.