Propósito: La endocarditis trombótica no bacteriana puede complicar varias neoplasias y puede causar morbilidad y mortalidad principalmente como resultado de una embolia sistémica. El diagnóstico antemortem de endocarditis trombótica no bacteriana es poco frecuente. El propósito de nuestro estudio fue evaluar la frecuencia, las características ecocardiográficas y la correlación clínica de la endocarditis trombótica no bacteriana en pacientes con cáncer.
Pacientes y métodos: Se realizó un cribado ecocardiográfico prospectivo de 200 pacientes ambulatorios no seleccionados con tumores sólidos. Se evaluó a los pacientes en busca de evidencia de eventos tromboembólicos y de niveles de dímero D en plasma. Una cohorte de 100 pacientes consecutivos sin cardiopatía manifiesta remitidos a ecocardiografía para la detección de una fuente embólica arterial oculta sirvió de grupo de control. Constaba de 52 hombres y 48 mujeres, con una edad media de 60 años.
Resultados: El grupo de estudio incluyó 87 mujeres y 113 hombres, con una mediana de edad de 64 años (rango de 21 a 91). Las neoplasias frecuentes fueron linfoma (26%), carcinoma del tracto gastrointestinal (20%) y carcinoma de pulmón (16%). Se encontraron vegetaciones valvulares cardíacas en 38 pacientes (19%) en comparación con sólo 2 pacientes del grupo de control (2%, P < 0,001). Se encontraron vegetaciones en la válvula mitral o en la aórtica en 19 y 18 pacientes, respectivamente. Se encontró vegetación aislada en la válvula tricúspide en 1 paciente. Las lesiones valvulares fueron más frecuentes en pacientes con carcinoma de páncreas (3 de 6, 50%), carcinoma de pulmón (9 de 32, 28%) y linfoma (10 de 52, 19%). Se diagnosticó tromboembolismo en 22 (11%) pacientes (12 trombosis venosas profundas, 4 embolias en las extremidades, 2 accidentes cerebrovasculares y 4 anomalías segmentarias «silenciosas» del movimiento de la pared del ventrículo izquierdo en la ecocardiografía). Se observó tromboembolismo en 9 de 38 pacientes (24%) con vegetaciones en comparación con 13 de 162 pacientes sin vegetaciones (8%; P = 0,013). Se examinó el nivel de dímero D en plasma en un subgrupo de 170 pacientes. El nivel de dímero D estaba aumentado en 19 de 21 pacientes (90%) con tromboembolismo en comparación con 76 de 149 pacientes sin tromboembolismo (51%; P = 0,001).
Conclusiones: Este estudio demostró una alta prevalencia de lesiones valvulares cardíacas en pacientes con tumores sólidos. Las vegetaciones se asociaron con el tromboembolismo. El nivel de dímero D plasmático estaba significativamente aumentado en los pacientes con tromboembolismo.