Descripción
El yoga se originó en la antigua India y se considera uno de los sistemas filosóficos más antiguos del mundo. Algunos estudiosos han estimado que el yoga tiene una antigüedad de hasta 5.000 años; en la India se han encontrado artefactos que detallan las posturas de yoga desde más del año 3.000 a.C. Una encuesta reciente realizada por Yoga Journal reveló que 11 millones de estadounidenses hacen yoga al menos ocasionalmente y 6 millones lo practican con regularidad.
El hatha yoga es la rama del yoga más practicada en Estados Unidos, y es un sistema muy desarrollado de casi 200 posturas físicas, movimientos y técnicas de respiración. La filosofía del yoga sostiene que la respiración es la faceta más importante de la salud, ya que la respiración es la mayor fuente de «prana», o fuerza vital, y el hatha yoga utiliza el «pranayama», que literalmente significa la ciencia o el control de la respiración.
Una rutina típica de hatha yoga consiste en una secuencia de posturas físicas, llamadas asanas, y la secuencia está diseñada para trabajar todas las partes del cuerpo, con especial énfasis en flexibilizar la columna vertebral y aumentar la circulación. Cada asana recibe el nombre de algo común a lo que se parece, como el saludo al sol, la cobra, la langosta, el arado, el arco, el águila, el árbol y la postura de la cabeza a la rodilla, por nombrar algunas. Las posturas con nombres de animales son especialmente atractivas para los niños, y los programas de yoga para niños se centran en aquellas posturas que imitan a los animales y los árboles. Cada postura tiene pasos para entrar y salir de ella, y cada postura requiere una forma y alineación adecuadas. Cada postura se mantiene durante cierto tiempo, dependiendo de su nivel de dificultad y de la fuerza y resistencia de cada uno, y el instructor indica a los participantes cuándo deben inhalar y exhalar en determinados momentos de cada postura, ya que respirar correctamente es un aspecto fundamental de las posturas de yoga. La respiración debe ser profunda y por la nariz. También es muy importante la concentración mental en cada postura, que mejora la conciencia, el aplomo y la postura. Durante una rutina de yoga suele haber una posición en la que realizar la meditación, llamada dyana, si la relajación profunda es uno de los objetivos de la secuencia.
Las rutinas de yoga pueden durar desde 20 minutos hasta dos o más horas, siendo una hora una buena inversión de tiempo para realizar una secuencia de posturas y una meditación. Para los niños, 30 minutos puede ser el lapso máximo de atención para practicar yoga. Algunas rutinas de yoga, dependiendo del profesor y de la escuela, pueden ser tan extenuantes como el entrenamiento más difícil, especialmente las denominadas ashtanga, o power, yoga. Otras rutinas se limitan a estirar y alinear el cuerpo mientras la respiración y el ritmo cardíaco se mantienen lentos y constantes. El power yoga sólo es apropiado para niños y adolescentes que hayan practicado yoga durante algún tiempo, o que realicen actividades deportivas avanzadas. El yoga consigue sus mejores resultados cuando se practica como una disciplina diaria, y el yoga puede ser una rutina de ejercicios para toda la vida, ofreciendo posiciones más profundas y desafiantes a medida que el practicante se hace más experto. Las posiciones básicas pueden aumentar la fuerza, la flexibilidad y la sensación de bienestar de una persona casi de inmediato, pero puede llevar años perfeccionarlas y profundizarlas, lo cual es un aspecto atractivo y estimulante del yoga para muchos.