Principios del análisis de huellas dactilares
Las huellas dactilares son patrones únicos, formados por crestas de fricción (elevadas) y surcos (rebajados), que aparecen en las almohadillas de los dedos y los pulgares. Las huellas de las palmas de las manos, los dedos de los pies y los pies también son únicas; sin embargo, éstas se utilizan con menos frecuencia para la identificación, por lo que esta guía se centra en las huellas de los dedos y los pulgares.
El patrón de las huellas dactilares, como la impresión que queda cuando se presiona un dedo entintado sobre el papel, es el de las crestas de fricción de ese dedo en particular. Los patrones de las crestas de fricción se agrupan en tres tipos distintos – bucles, verticilos y arcos – cada uno con variaciones únicas, dependiendo de la forma y la relación de las crestas:
Bucles – huellas que se repliegan sobre sí mismas para formar una forma de bucle. Divididos en bucles radiales (que apuntan hacia el hueso del radio, o pulgar) y bucles cubitales (que apuntan hacia el hueso del cúbito, o meñique), los bucles representan aproximadamente el 60 por ciento de los tipos de patrones.
Coronas – forman patrones circulares o espirales, como pequeños remolinos. Hay cuatro grupos de espirales: lisos (círculos concéntricos), bucle de bolsillo central (un bucle con un espiral en el extremo), bucle doble (dos bucles que crean un patrón en forma de S) y bucle accidental (de forma irregular). Los verticilos representan alrededor del 35% de los tipos de patrones.
Arcos – crean un patrón ondulado e incluyen arcos lisos y arcos con carpa. Los arcos de carpa se elevan hasta un punto más agudo que los arcos lisos. Los arcos constituyen aproximadamente el cinco por ciento de todos los tipos de patrones.
A cada uno lo suyo
Las dos premisas subyacentes a la identificación de huellas dactilares son la singularidad y la persistencia (permanencia). Hasta la fecha, no se ha descubierto que dos personas tengan las mismas huellas dactilares, incluidos los gemelos idénticos. Además, nunca se ha descubierto que una sola persona tenga la misma huella dactilar en varios dedos.
La persistencia, también llamada permanencia, es el principio de que las huellas dactilares de una persona permanecen esencialmente inalteradas durante toda su vida. A medida que se van formando nuevas células de la piel, éstas permanecen adheridas al patrón existente de crestas y surcos de fricción. De hecho, muchas personas han realizado investigaciones que confirman esta persistencia al registrar las mismas huellas dactilares durante décadas y observar que los rasgos siguen siendo los mismos. Incluso los intentos de eliminar o dañar las huellas dactilares de una persona se verán frustrados cuando crezca la nueva piel, a menos que el daño sea extremadamente profundo, en cuyo caso, la nueva disposición causada por el daño persistirá y también será única.
La prueba está en los puntos característicos
Los analistas utilizan el tipo de patrón general (bucle, verticilo o arco) para realizar comparaciones iniciales e incluir o excluir una huella dactilar conocida de un análisis posterior. Para cotejar una huella, el analista utiliza los puntos característicos, o crestas, para identificar puntos específicos en una huella dactilar sospechosa con la misma información en una huella dactilar conocida. Por ejemplo, un analista que compare una huella de la escena del crimen con una huella archivada reunirá primero huellas conocidas con el mismo tipo de patrón general y, a continuación, utilizando una lupa, comparará las huellas una al lado de la otra para identificar la información específica dentro de los puntos característicos que coincidan. Si coinciden suficientes detalles, se determina que las huellas son de la misma persona.
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