El 26 de mayo de 2014, Modi juró su cargo como decimocuarto primer ministro de la India, el primero nacido después de que el país lograra la independencia del Reino Unido.
Políticas
Desde que se convirtió en primer ministro, Modi ha animado a las empresas extranjeras a invertir en la India. Ha eliminado varias regulaciones -permisos e inspecciones- para que las empresas pudieran crecer más fácilmente. Ha disminuido el gasto en programas de bienestar social y ha fomentado la privatización de la sanidad, aunque ha ideado una política de sanidad universal para aquellos ciudadanos con dolencias graves. En 2014 lanzó la campaña «India limpia», centrada en el saneamiento y la construcción de millones de retretes en zonas rurales.
Sus políticas medioambientales han sido laxas, especialmente cuando esas políticas obstaculizan el crecimiento industrial. Ha levantado las restricciones sobre la protección del medio ambiente y está más abierto al uso de cultivos modificados genéticamente, a pesar de las protestas de los agricultores de la India. Bajo el poder de Modi, ha suprimido la influencia de las organizaciones de la sociedad civil, como Greenpeace, el Sierra Club, Avaaz y otros grupos humanitarios, diciendo que impiden el crecimiento económico.
En términos de política exterior, Modi ha adoptado un enfoque multilateral. Ha participado en las cumbres del BRICS, la ASEAN y el G20, y se ha alineado con Estados Unidos, China, Japón y Rusia para mejorar los lazos económicos y políticos. También ha tendido la mano a las repúblicas islámicas, sobre todo fomentando los lazos diplomáticos con Pakistán, aunque ha tachado repetidamente a este país de «Estado terrorista» y «exportador de terrorismo»
Bajo su mandato, Modi ha centralizado sustancialmente su poder en comparación con las administraciones anteriores.
Reconocimiento mundial
En 2016 Modi ganó la encuesta de los lectores como Persona del Año de TIME. En años anteriores, había recibido el primer puesto como una de las figuras políticas más influyentes del mundo tanto en TIME como en la revista Forbes. Con altos índices de favorabilidad entre los votantes indios, Modi gozaba de la reputación de involucrar activamente a los ciudadanos a través de las redes sociales y de animar a su propia administración a mantenerse activa en sus plataformas.
Reelección y protestas
Tras una victoria aplastante del BJP, Modi juró su segundo mandato como primer ministro el 30 de mayo de 2019.
Para agosto, la controversia se desató cuando Modi anunció su intención de revocar el artículo 370, una disposición constitucional que había concedido autonomía al estado de Jammu y Cachemira desde 1949. En medio de un supuesto corte de comunicaciones en la zona, el parlamento indio votó a favor de reclasificar el estado de mayoría musulmana como territorio de la unión.
En diciembre, el parlamento aprobó la Ley de Enmienda de la Ciudadanía (CAB) para acelerar la ciudadanía de los inmigrantes no musulmanes de Afganistán, Bangladesh y Pakistán. Aunque Modi alabó el proyecto de ley como medio para ayudar a las minorías religiosas a escapar de la persecución, los opositores lo consideraron inconstitucional y discriminatorio, lo que provocó el estallido de violentas protestas en todo el país.
Mientras tanto, se estaba gestando un nuevo problema con la propagación del coronavirus desde su punto de partida en el centro de China. Tras una serie de decretos destinados a frenar un brote en la India, Modi ordenó a finales de marzo de 2020 que los 1.300 millones de habitantes del país permanecieran en casa durante las próximas tres semanas.
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