A falta de tres partidos para el final de su ilustre carrera, la etapa de Kobe Bryant en la NBA ha sido muy analizada y celebrada desde que anunció su inminente retirada el pasado otoño. El destino ha querido que la reciente debacle entre Nick Young y D’Angelo Russell haya dominado los titulares, casi eclipsando los últimos partidos de Bryant. La decisión de Russell de filmar a Young admitiendo una infidelidad fue vista como una deslealtad y una traición a los ojos de muchos deportistas profesionales, y sus propios compañeros de los Lakers le rehuyeron en un momento dado.
No es la primera vez que el tema de la traición surge con la franquicia de los Lakers. Ya en 2003, Kobe Bryant fue arrestado por cargos de agresión sexual y durante su interrogatorio, dijo a la policía que su entonces compañero de equipo Shaquille O’Neal, que estaba casado, pagaba a las mujeres más de un millón de dólares para que se callaran en ese tipo de situaciones. Ambos hombres tenían un desprecio muy fuerte el uno por el otro que fue muy publicitado, y la insinuación de Kobe de la infidelidad de O’Neal a las fuerzas del orden no mejoró la situación.
Aparentemente, muchos otros jugadores de la NBA miraron con malos ojos el incidente y eso podría haber contribuido a que importantes agentes libres no quisieran jugar en Los Ángeles en ese momento.
Sam Amick de USA Today:
«Sam Amick de USA Today escribió «Años más tarde, después de que el caso contra él fue retirado y una demanda civil se resolvió fuera de los tribunales sin admisión de culpabilidad de Bryant, los agentes de destacados jugadores de la NBA seguirían citando la subtrama de O’Neal como el tipo de pecado que inspiró a sus clientes a alejarse de Laker Land»
Está bien documentado que el inquebrantable objetivo de Bryant de ganar a toda costa contribuyó a que fuera abrasivo y se enfrentara a compañeros de equipo que no compartían sus ideales (cc: Dwight Howard), por lo que el incidente con O’Neal no ayudó a su causa. A pesar de todo, sus métodos le han valido cinco campeonatos de la NBA, un trofeo de MVP de la liga y un sinfín de reconocimientos que le convierten en uno de los mejores jugadores de baloncesto de todos los tiempos.
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