Los sistemas de creencias son las bases de la visión del mundo de las personas. Tenemos creencias basadas en los hechos y creencias basadas en las emociones y en la experiencia vital.
Estos sistemas de creencias dan forma a nuestra visión del mundo, ya que:
«aprendemos nuestros sistemas de creencias desde muy pequeños, y luego nos movemos por la vida creando experiencias que coinciden con nuestras creencias. Mira hacia atrás en tu propia vida y observa cuántas veces has pasado por la misma experiencia.»
Louise L. Hay
Si no te has tomado el tiempo de reflexionar sobre las experiencias que has tenido, y cómo han formado tus creencias actuales, entonces este artículo está aquí para ayudarte.
Y si reflexionas a menudo sobre tus experiencias y tu visión del mundo, ¿cuándo fue la última vez que lo hiciste? Este artículo también tiene algunas joyas cognitivas para ti.
Este artículo contiene:
- Cómo se desarrollan las falsas creencias
- Psicología positiva
- Terapia cognitivo-conductual
- Psicología clínica
- Educación positiva
Cómo se desarrollan las falsas creencias
Muchas de nuestras creencias fueron arraigadas en nuestro cerebro cuando éramos niños, por nuestros padres y otros adultos influyentes.
En la mayoría de los casos, estas creencias nos sirven hasta cierto punto. Pero después de ese momento, algunas creencias se vuelven limitantes y quizás incluso perjudiciales.
Por ejemplo, cuando eras niño, podrías haber aprendido a limpiar tu habitación para que tus padres estuvieran contentos contigo. Como ese tipo de motivación se convierte en habitual, podrías desarrollar una mentalidad de sólo hacer cosas que te den la aprobación de los demás.
Este tipo de creencia puede ser perjudicial a medida que se envejece.
A medida que las personas envejecen, sus sistemas de creencias pueden causar gran parte del dolor y el sufrimiento que experimentan. Las creencias falsas se crean a lo largo de muchos años, y la gente consolida estas creencias sin cuestionar su validez: en ese momento, sólo eras un niño que aprendió a limpiar su habitación; ahora eres un adulto ávido de aprobación.
Aunque ese ejemplo no refleje nuestra experiencia vital, ¿puede pensar en algún sistema de creencias que haya formado en su infancia y cómo influye en su mentalidad actual?
Cuando nuestras mentes conjuran pensamientos, tenemos dos opciones: creer el pensamiento o despreciar el pensamiento.
Despreciar los pensamientos requiere conciencia y atención aguda. Muchas personas no se dan cuenta de que todos los pensamientos que aparecen en su cabeza no son verdaderos, y son incapaces de descifrar las creencias auténticas de las falsas.
Esta incapacidad para distinguir las creencias falsas de las verdaderas puede conducir a emociones dolorosas, aunque sean autocreadas. Las emociones negativas son una parte necesaria y esencial de la vida, pero dejan de ser útiles cuando empiezan a tener prioridad sobre el pensamiento racional y la vida alegre.
Cuando se empiezan a explorar las falsas creencias, las personas deben darse cuenta de que sus mundos internos son tan importantes como sus mundos externos.
El mundo externo de la familia, los amigos y la carrera es pertinente para el desarrollo y la satisfacción de una persona en la vida, pero concentrarse en el mundo interno de uno es igualmente importante, si no más. El mundo interno es donde la mente crea falsas creencias a un ritmo rápido.
Sin mirar hacia dentro para observar cómo nuestros pensamientos se transforman en falsas creencias, permitimos que contribuyan a estados mentales perjudiciales y emociones negativas prolongadas. Esto suele dar lugar a la sensación de angustia mental, sin saber por qué, y luego a la culpabilidad por sentir angustia «sin razón».
Echar una mirada objetiva a los estados internos de uno ayuda a la persona a evolucionar, especialmente cuando crece.
Los adolescentes a menudo se sienten confusos acerca de lo que sienten, y pueden carecer de las habilidades para autorregularse y afrontarlo. Con la presión añadida de la escuela y los compañeros, pueden formarse muchas falsas creencias que hacen que los adolescentes se sientan enfadados, incomprendidos e inseguros. A su vez, esto hace que la crianza de los hijos sea muy difícil.
Afortunadamente, hay muchas opciones disponibles para contrarrestar el pesimismo construido por la mente.
Existen prácticas probadas en la psicología positiva, la terapia cognitiva conductual y la psicología clínica. La educación positiva también es un método excelente para ayudar a los estudiantes a reducir el número de falsas creencias que compran.
Este artículo explorará estos cuatro enfoques, como una puerta de entrada a la comprensión de las creencias autolimitantes y cómo aumentar la conciencia de ellas.
Psicología positiva
Las creencias falsas se convierten en un problema cuando se mantienen como verdaderas.
Por ejemplo, tal vez asumas que cada pensamiento que entra en tu mente es verdadero y quizás que, una vez que entran en tu mente, no está en tu mano creerlos o desestimarlos.
La mayoría de las personas tienen entre 60.000 y 80.000 pensamientos al día. Imagina que cada pensamiento percibido sobre nosotros mismos y nuestro mundo fuera cierto: ¿cómo podríamos tener tantos pensamientos únicos sobre todo ello?
Conscientemente, ya desprecias muchos de los pensamientos que entran en tu cerebro. El siguiente paso es identificar los pensamientos desagradables que no te sirven y examinarlos de cerca. Al comprender el miedo que hay detrás de nuestras creencias autolimitadoras, podemos empezar a dejar que estos pensamientos perjudiciales se vayan.
La psicología positiva no se limita a deshacerse de todos los pensamientos y emociones negativos y a sustituirlos por otros positivos. En su lugar, intenta experimentar las situaciones negativas plenamente, sin dejar que el aluvión de pensamientos duros se haga pasar por verdad.
Las personas tienen poco control sobre sus estados mentales hasta que empiezan a desafiar y cuestionar sus creencias, pensamientos, percepciones, acciones y emociones.
Las creencias falsas y limitantes son como parásitos: permanecen inactivas en la mente hasta que algún pensamiento o acontecimiento desencadena su respuesta. Entonces impiden la capacidad de las personas para pensar de forma sensata y racional, y afectan a las percepciones y perspectivas de forma perniciosa (Sisgold, 2013).
La psicología positiva ofrece métodos prácticos que nos ayudan a cuestionar y desentrañar las falsas creencias. Uno de esos métodos es el mindfulness, que es un pilar de la psicología positiva.
Mindfulness no significa sólo meditación. Tal y como lo define el experto en mindfulness Jon Kabat-Zinn, la atención plena consiste en prestar atención a los pensamientos y emociones sin juzgarlos. Se trata realmente de vivir la experiencia de la vida en el momento (2015).
Practicar la atención plena dota a las personas de herramientas para familiarizarse con sus pensamientos y emociones. Permite a las personas etiquetar las historias y escenarios erróneos que su mente suele crear, en lugar de absorberlos como parte de nuestra identidad.
A medida que las personas comienzan a observar estos pensamientos y a aprender cómo la mente genera creencias, pueden determinar qué creencias son genuinas y cuáles no. Con el tiempo y la práctica, el mindfulness permite a las personas dejar de vivir en piloto automático como prisioneros de nuestra propia mente.
Se ha demostrado científicamente que la práctica del mindfulness aumenta el número de emociones positivas que experimentan las personas.
Dado que las emociones están afiliadas a las creencias y las creencias están asociadas a los pensamientos, es valioso que las personas se tomen el tiempo de observar su mente en acción (2015).
Terapia cognitivo-conductual
La terapia cognitivo-conductual se basa en la idea de que los pensamientos internos -y no los entornos externos- desencadenan las emociones y conductas de las personas (NACBT, 2014).
La terapia cognitivo-conductual se centra en cambiar la forma en que las personas piensan y dan forma a sus creencias, no en cambiar el entorno externo de las personas.
Las sesiones de terapia de la TCC tienen como objetivo enseñar a los clientes a lidiar con las situaciones adversas, en lugar de ser aplastados por ellas.
Los terapeutas no dicen a los clientes lo que deben sentir, sino que les proporcionan las habilidades para manejar todas las situaciones que la vida les depara (NACBT, 2014). Al hacer preguntas que profundizan en la raíz de la creencia básica de una persona, como demuestra la Figura 9.1, la TCC ofrece una forma de que los clientes reconozcan las creencias perjudiciales que tienen sobre sí mismos, y cómo esas creencias dan forma a su experiencia diaria.
En resumen, al utilizar el método socrático, los profesionales de la TCC ayudan a romper las falsas creencias haciendo muchas preguntas sobre los pensamientos y creencias que tienen los clientes.
La TCC ofrece un enfoque clínico basado en la raíz que destaca las conexiones entre nuestros pensamientos, acciones y patrones de comportamiento. Al ser autoconscientes de nuestras creencias básicas sobre sí mismos, los clientes pueden entonces utilizar herramientas de la psicología positiva también, como las técnicas de mindfulness, para recablear su cerebro.
A medida que este artículo continúa, usted puede encontrar que hay muchos vínculos entre estas formas clínicas de abordar las creencias autolimitantes.
Si quieres técnicas tangibles enraizadas en la TCC, este artículo sobre las distorsiones cognitivas puede ser un recurso para ti.
Psicología clínica
La psicología clínica se concentra en desenterrar las creencias limitantes y falsas a nivel inconsciente.
Cuando la mente es consciente y está atenta, ve los pensamientos, las creencias y las emociones con claridad. La mente inconsciente no puede discernir esas cosas con tanta claridad.
Las nuevas terapias mente-cuerpo, como PSYCH-K y la estimulación eléctrica transcraneal, se están utilizando para desarraigar las falsas creencias que crean las percepciones negativas de las personas. Del mismo modo que la meditación puede recablear el cerebro, este tipo de terapia recablea las neuronas para alterar la memoria celular.
Esto permite a los pacientes no sólo crear nuevas creencias sino también mejorar su comportamiento (Chartier, 2010).
Cada disciplina de la psicología ofrece enfoques respectivos para manejar las creencias falsas y limitantes. En el núcleo de cada una de ellas está la esperanza de ganar conciencia de los pensamientos, creando una mejor comprensión del propio sistema de creencias.
Educación positiva
La educación positiva se centra en el desarrollo del bienestar del estudiante a medida que atraviesa importantes etapas de desarrollo en su vida (Seligman, Ernst, Gillham, Reivich, & Linkins, 2009).
Hay un gran número de estudiantes que experimentan poca satisfacción vital, resiliencia o significado (Seligman, Ernst, Gillham, Reivich, & Linkins, 2009). La educación positiva puede ayudar a los estudiantes a combatir sus falsas creencias y a reducirlas antes de que entren en la edad adulta.
La investigación sobre la educación positiva ha demostrado que no sólo mejora el rendimiento académico de un estudiante, sino que también aumenta las fortalezas de los estudiantes y disminuye la depresión.
Cuando se coloca en un entorno de aprendizaje positivo a una edad temprana, el estudiante no sólo verá una mejora externa en el comportamiento y la participación, sino que también aprenderá a fomentar sus fortalezas individuales (Sheila M. Clonan et. al, 2004).
Esto puede ayudar a los estudiantes a aprender a no identificarse en exceso con sus pensamientos ansiosos y, en cambio, a distinguir entre las creencias falsas y las genuinas.
Las intervenciones de psicología positiva que se utilizan en la educación positiva incluyen la identificación y el desarrollo de fortalezas, el cultivo de la gratitud y la visualización del mejor yo posible (Seligman et al, 2005; Sheldon & Lyubomirsky, 2006).
Un meta-análisis realizado por Sin y Lyubomirksy (2009) con 4.266 participantes encontró que las intervenciones de psicología positiva aumentan la felicidad y disminuyen los síntomas depresivos significativamente. Estas intervenciones pueden ayudar a los estudiantes a ajustarse a su etapa de desarrollo sin sentirse ansiosos por mirar hacia dentro para estudiar sus pensamientos de forma objetiva.
¿Cuál de estos enfoques podrías utilizar cuando la próxima creencia negativa y autolimitante entre en tu cerebro? Hay formas de abordar las creencias autolimitantes que no hayamos incluido?
Por favor, déjanos tus pensamientos en nuestra sección de comentarios más abajo. Nos encantaría saber de ti.
- Al Taher, R. (2015). Qué nos ha enseñado la investigación en educación positiva? Recuperado de https://positivepsychology.com/what-is-positive-education/
- Chartier, L.M. (2010). Creencias inconscientes poderosas. Salud y curación. http://healthandhealingonline.com/powerful-unconscious-beliefs/
- Kabat-Zinn, J. (2015). La atención plena (mindfulness). Greater Good Science Center. http://greatergood.berkeley.edu/topic/mindfulness/definition
- National Association of Cognitive Behavioral Therapists (2014). Cognitive behavioral therapy. http://www.nacbt.org/whatiscbt.htm
- Seligman, M., Ernst, R., Gillham, J., Reivich, K., & Linkins, M. (2009). Positive education: positive psychology and classroom interventions. Oxford Review of Education 35(3), 293-311. Retrieved from http://citeseerx.ist.psu.edu/viewdoc/download?doi=10.1.1.368.7898&rep=rep1&type=pdf
- Sisgold, S. (4 June 2013). Limited beliefs. Psychology Today. https://www.psychologytoday.com/blog/life-in-body/201306