Cortejando a la Corte
Jonson era un hombre al que le gustaban los lujos. Habiendo crecido en la pobreza, apreciaba la buena comida y las comodidades. Era un hombre corpulento que alababa las cosas más finas en sus innumerables poemas, y buscó el reconocimiento de la corte del rey Jacobo I. Escribió más de veinte máscaras para la corte, incluyendo La máscara de la negrura, en la que actuó la propia reina Ana. En 1616 Jonson fue nombrado el primer poeta laureado de Inglaterra.
Dramaturgo importante y autoimportante
Jonson era consciente de su legado en un grado sin precedentes entre los primeros dramaturgos modernos. Fue el primer dramaturgo que se aseguró de que sus propias obras se publicaran como un folio formal, tratando sus obras como trabajos de nota literaria y no como frívolas obras de teatro. El folio de 1616 divide sus obras en obras de teatro, poesía, mascaradas y entretenimientos. El grabado de la portada se esforzaba por asociar a Jonson con los eruditos griegos de antaño.
Y quizás esa asociación no era injusta: Jonson era ingenioso, inteligente, muy leído y tan capaz como poeta como dramaturgo.
«On My First Sonne», una elegía escrita tras la muerte de su hijo Benjamin, de siete años, es realmente desgarradora. Jonson fue un verdadero hombre del Renacimiento. A partir de la década de 1620 surgió la «Tribu de Ben», un grupo de poetas que se autoproclamaron influenciados y sucesores de Jonson, entre ellos Robert Herrick y Richard Lovelace. Jonson sufrió una serie de apoplejías, cayó en desgracia en la corte y murió el 6 de agosto de 1637.
No en vano, al haber asegurado su publicación, las obras de Jonson perduran.