La rótula es un pequeño hueso situado en la parte delantera de la articulación de la rodilla. No está unida a ningún otro hueso y se mantiene en su sitio gracias a dos tendones, el tendón rotuliano y el del cuádriceps, y al surco troclear.
El tendón rotuliano une la parte inferior de la rótula a la parte superior de la tibia. El tendón del cuádriceps une la parte superior de la rótula a los músculos del cuádriceps. Al doblar o enderezar la pierna, la rótula sube o baja. El hueso del muslo (fémur) tiene un surco troclear para guiar la rótula en movimiento. El cartílago articular cubre los extremos del fémur, el surco troclear y la parte inferior de la rótula para ayudar a que los huesos se deslicen suavemente unos contra otros al mover la pierna.
Trabajando juntos, el tendón rotuliano, el tendón del cuádriceps, los músculos del cuádriceps y el surco troclear le ayudan a caminar, correr, sentarse, ponerse de pie y moverse con facilidad. Pero cuando la rótula no se mantiene o se desplaza a la fuerza fuera del surco o los tendones se debilitan o se desgarran, puede producirse una luxación parcial o total.
Los síntomas de la inestabilidad rotuliana incluyen:
- La rodilla se dobla y no puede soportar su peso
- La rótula se desliza hacia un lado
- La rodilla se engancha y/o cruje durante el movimiento
- Dolor, rigidez e hinchazón en la parte delantera de la rodilla
- Aumento del dolor con la actividad
¿Por qué y dónde va la rótula cuando es inestable? A veces los músculos y ligamentos no pueden mantener la rótula en el surco. Cuando el surco es desigual o poco profundo, la rótula puede salirse del surco. O un acontecimiento traumático que implique un impacto directo en la parte delantera de la rodilla también podría mover la rótula fuera de su sitio. Si la rótula está dislocada y no está donde debería estar, normalmente la encontrará flotando hacia el exterior (lado lateral) de la pierna.
Durante la exploración física, el cirujano DOC o PA puede observar su forma de andar, pedirle que enderece y doble la rodilla y palpar la zona que rodea la rótula (dondequiera que esté en ese momento). Se puede recomendar la realización de radiografías para ver cómo encaja o no la rótula en su ranura. Una resonancia magnética mostrará desgarros de tendones, cartílagos o ligamentos.
Si la rótula está dislocada y fuera de su surco, su cirujano DOC o PA necesita devolver suavemente la rótula a su lugar adecuado en su pierna, un proceso llamado reducción. El equipo de DOC puede recomendar tratamientos no quirúrgicos, como fisioterapia y una férula estabilizadora.
Si tiene una afección crónica y la rodilla sigue siendo inestable y tiene que preguntarse: «¿Dónde o a dónde se ha ido mi rótula?», puede corregirse con una cirugía para realinear y tensar los tendones para mantener la rótula en el surco, o para liberar los tejidos que tiran de la rótula fuera del surco. Después de la cirugía, el calendario de fisioterapia DOC y los mejores ejercicios de rehabilitación se personalizarán para usted, dependiendo de su reparación quirúrgica y de sus objetivos personales, para mantener su rótula donde debe estar.