El eritema palmar (EP), un hallazgo físico que a menudo se pasa por alto, se debe a varios estados fisiológicos o patológicos sistémicos. El EP puede existir como un hallazgo fisiológico primario o como un marcador secundario de patología sistémica. La EP primaria o fisiológica puede deberse a la herencia, ocurre en al menos el 30% de las mujeres embarazadas como resultado de alteraciones asociadas en la función de la piel y su microvasculatura, o puede ser un diagnóstico de exclusión (es decir, EP idiopática). La EP secundaria por patología sistémica abarca una amplia gama de estados patológicos. El 23% de los pacientes con cirrosis hepática, por diversas causas, pueden manifestar PE como resultado de niveles anormales de estradiol en suero. Los pacientes con una rara enfermedad hepática neonatal, como la enfermedad de Wilson y la hemocromatosis hereditaria, pueden presentar PE junto con las demás manifestaciones sistémicas de las genodermatosis. Se ha informado de que la PE se produce en el >60% de los pacientes con artritis reumatoide y se asocia a un pronóstico favorable. Hasta el 18% de los pacientes con tirotoxicosis y el 4,1% de los pacientes con diabetes mellitus pueden tener PE. Esta manifestación cutánea de la diabetes es más frecuente que las enfermedades más clásicas, como la necrobiosis lipoidica diabeticorum (0,6%). La EP puede observarse en la sífilis gestacional temprana y entre los pacientes con mielopatía asociada al virus T-1 humano. Se ha documentado PE inducida por fármacos con daño hepático con el uso de amiodarona, gemfibrozilo y colestiramina, mientras que se ha informado de que el topiramato y el albuterol (salbutamol) causan PE en el entorno de una función hepática normal. El 15% de los pacientes con neoplasias cerebrales tanto metastásicas como primarias pueden presentar PE. Se ha postulado que el aumento de los niveles de factores angiogénicos y estrógenos de los tumores sólidos es la causa de la PE en estos casos. El eritema ab igne puede imitar la EP, y los pacientes con diátesis atópica son más propensos a tener EP que los sujetos de control emparejados. El tabaquismo y la intoxicación crónica por mercurio son causas ambientales de la PE.No está indicado el tratamiento de la PE primaria. Si la causa de la EP es la medicación, debe suspenderse el fármaco responsable si es posible. La identificación de la EP relacionada con trastornos subyacentes debe ir seguida del tratamiento de la enfermedad subyacente. A la luz de las numerosas etiologías de la EP, este artículo revisa la literatura actual y proporciona un marco para ayudar a guiar al clínico en la determinación de la causa de la EP en los pacientes que presentan este hallazgo.