Si te encanta comer almendras crudas y odias la idea de remojarlas durante la noche, entonces es hora de hacer ese pequeño esfuerzo extra. No se trata sólo del sabor, sino más bien de elegir la opción más saludable a la hora de escoger entre almendras remojadas y almendras crudas.
¿Por qué son mejores las almendras remojadas?
Muchos desconocen que la cáscara marrón de las almendras contiene tanino, que inhibe la absorción de nutrientes. Una vez que las almendras están empapadas, la cáscara se desprende fácilmente, permitiendo que los frutos secos liberen nutrientes. Las almendras remojadas también ayudan a la digestión. Liberan la enzima lipasa, que es beneficiosa para la digestión de las grasas.
¿Y qué más? Las almendras también ayudan a perder peso. Contienen grasas monoinsaturadas que frenan el apetito y te hacen sentir lleno. Las almendras remojadas también son una buena fuente de antioxidantes. Resisten el daño de los radicales libres y previenen el envejecimiento. Las almendras remojadas contienen vitamina B17 y ácido fólico que son vitales para combatir el cáncer y reducir los defectos de nacimiento, otra razón por la que vale la pena hacer un pequeño esfuerzo.
Así que haz un hábito, remoja las almendras durante la noche y ten tu cuota diaria de nutrición cada mañana.
Por Ritomaitree Sarkar